El lunes de esta semana, las Estaciones de Servicio de GNC de varias ciudades del interior del país aumentaron el precio del m3, llegando a los 37 pesos.

De este modo, el valor del fluido en surtidor llegó a aumentar un 40 por ciento desde principios del 2020, cuando el m3 valía 25 pesos. Sin embargo, el usuario sigue apostando por el GNC, ya que, por ejemplo en el caso de Jujuy, la nafta súper vale el doble: 76,6 pesos por litro.

Esta situación es totalmente ajena a lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y ciertos lugares del Gran Buenos Aires, donde el precio prácticamente se mantiene debido a la competencia feroz que hay en la zona.

“Durante el 2020 pudimos aumentar el precio del GNC solamente un 10 por ciento, a pesar que tuvimos costos operativos crecientes por la inflación”, señala Pedro González, vicepresidente de la CeGNC, en diálogo con surtidores.com.ar.

En esa línea, el dirigente detalla que el m3 está valiendo un tercio de lo que vale el litro de nafta súper en Buenos Aires.

Denuncia que detrás de estos bajos precios se esconde una maniobra fraudulenta que podría desembocar en la quiebra de varias Estaciones de Servicio. “Nos estamos suicidando”, advierte.

Explica que cualquier boca de expendio de la CABA necesita vender el m3 de GNC a 22 o 23 pesos como mínimo para sostenerse. Pero que hay casos donde las pizarras indican 19 pesos, la mitad de lo que vale hoy en Córdoba capital.

González señala que estos precios bajos son el resultado de un fraude donde el surtidor está alterado electrónicamente para que marque un valor de entrega de gas mayor al que realmente surte.

“Lo hemos planteado de frente a las autoridades. Les hemos pedido que controlen estas maniobras pero nos manifestaron que no tienen atribuciones para poder hacer ese tipo de control. Sí las cuestiones de seguridad, pero no se pueden meter en ese tema”, lamenta el vicepresidente de a CeGNC.

¿HASTA CUANDO?

Para González será clave lo que pueda llegar a ocurrir en marzo y abril, cuando las expendedoras deban firmar nuevos contratos de provisión de gas con comercializadoras en el mercado desregulado, en virtud de lo que establece el decreto del Plan GasAr.

Se supone que con estos acuerdos el precio en surtidor subirá porque el valor del gas será más caro.

No obstante, el dirigente problematiza: “Uno de mis mayores temores no es la suba del precio de venta, porque presentamos un gran atraso con respecto a las naftas, el problema es que algunas expendedoras suban solo la mitad de lo que tienen que aumentar”.

“Ya nos pasó cuando asumió (Juan José) Aranguren (exministro de Energía), que se modificó mucho el precio del gas, nosotros tuvimos que aumentar como mínimo a 8 o 9 pesos el m3 pero teníamos competidores vendiendo a 6. No entendíamos cómo hacían”, expresa el vicepresidente de a CeGNC.

Para González, de persistir esta situación, sumada a la caída de ventas del 25 por ciento producto de la pandemia y los costos operativos en aumento por la creciente inflación, es factible que haya Estaciones de Servicio de CABA y Gran Buenos Aires que no puedan sostenerse y cierren.