El fuerte golpe que recibió el peso luego de las elecciones de primer término, causó efecto sobre el canal de ventas mayorista. Diferentes empresarios que se dedican al reparto de combustibles al campo, industrias y Estaciones de Servicio sin marcas, se quejaron por el imprevisto aumento de entre un 15 y 20 por ciento en el precio de los productos.

“Este segmento refleja cabalmente las variables del mercado”, aseguraron desde una de las compañías a surtidores.com.ar. Es decir que tras la devaluación de ayer el valor de los derivados debería ubicarse cerca de esa franja para que sea rentable para la industria.

Sin embargo no todas las petroleras actuaron en sintonía. Hasta ayer YPF no había realizado ningún cambio en su estructura comercial, situación que –debido a su liderazgo – desalentó a muchas de sus competidoras a decidir el movimiento de sus pizarras.    

En ese aspecto, fuentes del sector coincidieron que las que más sufren el problema de no poder afrontar la totalidad de la demanda son aquellas firmas que importan los combustibles, debido a que adquieren la mercadería en dólares, a diferencia de las productoras, cuyos costos son en pesos.

“Aún no nos impusieron cupos de entrega, pero especialmente aquellas petroleras que no fabrican su producto, ya comenzaron a analizar cada pedido de manera individual y ponen reparos para entregar en tiempo y forma”, dijeron los mayoristas.

Finalmente, recalcaron que “cuando se da una devaluación de este tipo, se torna muy probable la imposición de límites, especialmente por parte de las empresas que no producen combustibles”.

INCERTIDUMBRE

La falta de señales claras respecto a lo que sucederá con los precios, provocó que algunas Estaciones de Servicio decidieran suspender el cobro con tarjetas de crédito y la financiación a través de cuentas corrientes.  Asimismo también se pudo constatar la suba de algunos productos en ciertos casos puntuales (muchos de ellos denunciados a través de las redes sociales) pese a que desde las compañías no informaron aumentos.

“Todos tratan de no perder capital de trabajo porque nadie sabe cuál será el valor de reposición”, explicó al respecto un experimentado operador.