Héctor Cobelo, presidente de ST Charger, empresa argentina fabricante de aerogeneradores de baja potencia, cuenta que están lanzando al mercado un nuevo equipo “ideal para las Estaciones de Servicio”.

¿Por qué? Explica que son de 10 kW, 10 veces más potente que los sistemas más grandes que se están comercializando (de 1,1 kW), lo cual permite generar un gran volumen de energía para poder inyectarla a la red eléctrica.

Esta potencia permitirá generar mayor energía, lo que redunda en un menor plazo de amortización. Cobelo no se anima a arrojar un plazo de repago de estos equipos por dos cuestiones.

Primero, porque depende del valor de las tarifas que se esté cobrando en cada jurisdicción (a mayor precio, más rápida amortización). Segundo, varía por el recurso eólico de cada zona (a mayor potencial de vientos, más energía se generará).

¿Dónde pueden instalarse estos aerogeneradores? “En todo lugar donde la media de viento supere los 4 m por segundo”, indica de manera técnica Cobelo.

Y lo traduce: “Hay que hacer mediciones, pero salvo en ciertas zonas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, una parte del Chaco y Formosa, y una parte de Santa Fe y Mendoza, después para todo el resto del país es una tecnología apta”.

Cobelo asegura que la vida útil de estos aerogeneradores es de aproximadamente entre 20 a 25 años, después el equipo sigue funcionando pero su rendimiento disminuye.

El especialista anticipa que en estos momentos este sistema de 10 kW se está terminando de certificar (con el INTI) para la inyección a red. “Ya prácticamente estamos en la última etapa y creo que en el transcurso del año tendremos la certificación pertinente”, destaca.

Además se está etiquetando: algo parecido a los gráficos que aparecen electrodomésticos de la línea blanca. Así quedará determinado, entre otras cosas, como el nivel de ruidos que generaría.

COMPARATIVA CON LA SOLAR

Cobelo destaca que este equipo eólico tiene algunas ventajas comparativas frente a los paneles solares fotovoltaicos.

Por un lado, “el equipo eólico rinde mucho más que el fotovoltaico en cuanto a superficie ocupada”.

Por otro, “tiene posibilidad de trabajar las 24 horas del día, en algún momento genera más en otros menos, pero podría generar todo el día; en cambio los equipos solares no pueden, ya que solo generan en las horas de sol”.

Además, Cobelo asegura que en la ecuación de instalación y potencia, “hoy por hoy el equipo eólico es más barato que el solar”.

No obstante, especialistas que trabajan con energía fotovoltaica aseveran que el mantenimiento de la energía solar es más sencillo que la del eólico y, además, que los paneles se pueden instalar en los techos de los inmuebles, a diferencia del eólico que requiere espacio en las inmediaciones del lugar.

FACILIDADES

Actualmente existe una Ley, la 27.424, que permite la inyección de energía limpia a la red eléctrica y concede un Certificado de Crédito Fiscal (CCF) para los que compren equipos.

Éste puede ser utilizado para el pago de impuestos nacionales, como el impuesto al valor agregado, el impuesto a las ganancias, impuesto a la ganancia mínima presunta o impuestos internos, repercutiendo en un beneficio de efectividad inmediata para el usuario.

Las Estaciones de Servicio, como personas jurídicas, pueden tener acceso a estos créditos fiscales, donde el Gobierno paga 30 pesos por cada watt instalado. Entonces, en una instalación fotovoltaica de 30 kW, podría obtener un crédito fiscal de 900.000 mil pesos (el máximo es de 2 millones de pesos por instalación).

Cabe advertir que este crédito sólo funciona en las jurisdicciones que han adherido a la Ley nacional.

Según un reporte de la Secretaría de Energía de la Nación, distribuidoras y cooperativas de 12 zonas del país están habilitadas.