Capacitación: Lo que NUNCA debe hacerse ante un cliente disgustado
Quiérase o no, a las puertas de la empresa se presentarán clientes disgustados. La forma como se gestione el contacto y los resultados finales que se obtengan constituyen, sin dudas, la “prueba de fuego” de la atención. Todo dependerá de la forma como el personal resuelva el reclamo.
La eficaz gestión de una queja o reclamo reviste mayor
importancia de la que usualmente se le asigna, ya que una queja recibida en la
empresa es el reflejo de una realidad mucho mayor, tal y como lo han comprobado
en Technical Assistance Research Programs (TARP), una entidad de los EE. UU.
que disfruta de prestigio a nivel internacional por la precisión de sus
investigaciones, la amplitud de las mismas y las bases formales y teóricas que
validan su adecuación a las exigencias técnicas más estrictas.
Hallazgos de las investigaciones de TARP
- Sólo la mitad de los servicios prestados
satisfacen plenamente a los clientes.
- El 30 por ciento de los servicios presentan
algún tipo de problema para los clientes, pero éstos no lo expresan mediante
una reclamación concreta.
- El 15 por ciento de los servicios suministrados
motivan reclamaciones escritas o verbales a otras áreas de la empresa que no
llegan al departamento o persona responsable.
- Sólo el 3 por ciento de los servicios prestados
motivan una queja por escrito (en la práctica, cada queja es un síntoma de la
existencia de una insatisfacción mucho mayor).
- El 92 por ciento de los clientes que se quejan y
su queja ha sido resuelta satisfactoriamente a la primera vez, vuelven a hacer
negocios con la empresa.
- Cuando la queja ha sido resuelta de forma no
satisfactoria, la tasa de los que vuelven a hacer sus negocios con la empresa
baja a un 42 por ciento.
- La tasa de fidelidad de los clientes que se han
quejado y cuyas quejas habían sido resueltas satisfactoriamente es más alta que
la de los clientes que nunca se han quejado.
- Los principales motivos de quejas y
reclamaciones de los clientes se relacionan con el servicio recibido por parte
de algún miembro del personal de la empresa (no con la calidad de los productos
o servicios).
- Las razones de cambio de un proveedor a otro a
otro son: 68 por ciento por motivos relacionados con la calidad del servicio y
la atención al cliente; 19 por ciento por haber encontrado productos mejores o
precios más ventajosos; y 13 por ciento por otros motivos que escapan al
control de las empresas.
- Por cada queja recibida de un cliente, existe
una media de 26 personas con problemas y seis de ellos suelen ser graves.
- La persona promedio que tiene una queja se lo
cuenta a otras 9-10 personas (amigos, familiares, compañeros de trabajo,
etcétera). El 13 por ciento se lo cuenta a otras 20 personas.
- Las personas cuyas quejas han sido atendidas y
resueltas se lo cuentan a 5-6 personas.
LOS DIEZ PECADOS
CAPITALES EN LA GESTIÓN DE LAS QUEJAS
Así como existe una metodología para la gestión de las
quejas, también existen algunas actitudes y acciones que realizan las empresas
que son “verdaderos asesinos” de la relación. Son los llamados los 10 pecados
capitales en la gestión de las quejas; es decir, las cosas que NUNCA deberán
hacerse. Veámoslos.
- Limitarse a pedir disculpas: ante una queja, los
empleados se limitan a un seco “lo sentimos mucho”, pero no hacen nada para
resolver el problema; al final, el cliente se va tal y como ha llegado:
disgustado.
- Culpar al cliente: de forma sistemática, los
empleados buscan siempre un motivo para responsabilizar al cliente del error.
- Prometer y no hacer nada: ante un error, los
empleados prometen corregirlo, pero luego no lo hacen.
- El más absoluto silencio: lo único que reciben
los clientes cuando se quejan es el silencio de los empleados o respuestas tan
vagas que no dicen nada.
- Trato rudo y descortés: muchos empleados
reaccionan como si una queja fuese un insulto a sus personas, en especial
cuando ellos son la causa del problema.
- Pasar el problema a otro: “yo no puedo hacer
nada, usted tiene que dirigirse a…”
- Rechazo no verbal: aunque el empleado
aparentemente está atendiendo la queja, con sus actitudes y expresiones le
están diciendo al cliente: “¡no venga a molestarme!”
- Exceso de procedimientos para presentar las
quejas: en ocasiones, presentar una queja representa un verdadero “calvario”
para los clientes.
- Interrogatorios de tercer grado: a los clientes
que se quejan se les somete a un verdadero interrogatorio “policial”, en
especial porque, por sistema, se pone en duda la honestidad de los clientes y
su derecho a quejarse (algo que los clientes comprenden de inmediato).
- No informar dónde pueden quejarse los clientes:
¿en cuántas áreas de su empresa existe una indicación clara del lugar donde los
clientes pueden presentar sus quejas? Cuando un cliente se queja por teléfono,
¿a cuántos teléfonos y departamentos diferentes tiene que llamar antes de ser
atendido? ¿Cómo cree usted que se siente el cliente?
Si en su empresa cometen uno o más de los anteriores
“pecados”, preocúpese porque la forma más rápida y directa para perder a un
cliente es no atender sus quejas y reclamaciones.
Fuente: estrategiamagazine.com
Pongan mas personal , el cliente se enoja cuando tardan en atenderlo hay un solo playero para atender a dos islas y algunos dejan el auto y van al minimercado a comprar y el que esta atrás empieza a los gritos si el playero le dice algo se enojan y te denuncian y te echan o las petroleras te mandan el incógnito y también te joden , hay que ponerle un final a esto espero que el sindicato se ponga las pilas y no se permita ni suspensiones , amonestaciones o despidos por esas cosas