La industria logró vencer el tabú que el público tenía sobre el GNC. Hoy en día la mayoría de los talleres está instalando sistemas ultra modernos -denominados de quinta generación- sobre rodados que recién salen de fábrica o con pocos años de antigüedad. Este cambio en la conciencia de los consumidores, consideran los empresarios, se debe a los importantes avances técnicos que alcanzó la actividad en la última década.

Fausto Maranca, presidente de la CAGNC asegura que “entre un 40 y 50 por ciento de los kits de inyección que se están comercializando son equipos de quinta generación que se colocan sobre rodados nuevos” y de gama media. En Junio se traspasaron 12.342 unidades y en lo que va del año la cifra alcanza las 68.199, según la información que brinda el ENARGAS.

“La gente entendió que no hay riesgos en el uso del gas y se anima a pensar en el GNC como una alternativa para ahorrar dinero”, reconoce Maranca. De todas maneras, este interés del público no es casual: la diferencia de costos con las naftas es en algunas provincias de hasta 5 a 1, incluso comparado con la súper, que es la más económica.

Los últimos aumentos que aplicaron las petroleras centraron la atención de los conductores que utilizan el vehículo para trabajar sobre el GNC. La amortización de la compra del equipo varía según el uso, pero según Maranca “es muy rápida”. En promedio, con el ahorro que se acumula  utilizando este combustible en sólo un año se recupera la inversión. A partir de ahí, destaca el entrevistado, “es todo ganancia”.

El crecimiento en las ventas que se espera alcanzar al llegar el mes de diciembre es de un 20 por ciento en comparación con 2011. Las proyecciones que realizan desde la entidad vaticinan un total de 140.000 conversiones, coherentes con las estadísticas que acumuló el sector durante el primer semestre de este año.

Este optimismo de las empresas del rubro tiene un fundamento claro y realista: el freno de la macroeconomía. A diferencia de otras actividades, el GNC se desarrolla en contextos financieros hostiles, como el que hoy sufre el país. En estas circunstancias de ajuste los consumidores analizan la manera de achicar los gastos fijos. “Hay buenas condiciones para el desarrollo del GNC”, se esperanza Maranca.