La nafta por momentos escasea, el gasoil dejó de ser una opción económica, en las estaciones de YPF, donde se vende el combustible más barato, hay colas que a veces alcanzan hasta una cuadra, y encima, llenar un tanque de 40 litros, cuesta como mínimo 300 pesos.

El mes pasado, según los últimos datos proporcionados por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) los talleres instalaron 11.718 sistemas de inyección, en su mayoría sobre rodados que hace poco tiempo salieron de fábrica.  Los referentes del sector explican que los avances tecnológicos colaboraron para disminuir el temor de los automovilistas a usar GNC.

Asimismo, el alto costo del gasoil también fomentó la utilización del gas, ya que hoy se comercializa aproximadamente a 7,50 pesos. De acuerdo a datos de mercado, en 2012, de 805.500 automóviles y utilitarios livianos que se patentaron en nuestro país, 692.500, lo que representa el 86 por ciento, tenían mecánica naftera, mientras que apenas el 14 por ciento restante, casi 113.000 unidades, fueron diesel.

Este parque automotor es plausible de convertirse a GNC en los próximos años, siempre y cuando se vea tentado por las ventajas que presenta: gran ahorro económico, garantías de abastecimiento y calidad técnica, sobre todo en los equipos de quinta generación.

En las provincias,  la nafta súper se ofrece en promedio cerca de los 8 pesos, siendo que el GNC se ubica próximo a los 2,50 por metro, es decir, menos de la tercera parte. La relación se va a mantener, según analizan los especialistas en energía, a pesar de que rige un tope a los precios de los combustibles líquidos por seis meses.

La conversión del combustible del auto a gas natural comprimido significa en promedio una diferencia económica de alrededor del 70 por ciento. Si un conductor antes gastaba 1.000 pesos en nafta, ahora necesitará sólo 300 para hacer el mismo trayecto a GNC.