En nuestro país hay 4340 bocas de expendio, de acuerdo a datos de las cámaras empresarias del sector, distribuidas por todo el territorio. Son de distintas marcas, trabajan con clientes regionales y presentan condiciones de comercialización variadas, en función del vínculo con el proveedor. Por eso, en cada caso, solicitan preparación técnica del personal en forma especializada.

Carlos Franco, ingeniero que dirige el “Centro de Formación Profesional y Empleo” de la Mutual 27 de Agosto, indica que “llegan pedidos de cursos para estaciones del interior, con programas hechos a medida”. El directivo aclara que “el estacionero tiene que financiar parte del trabajo”, por los gastos de hospedaje y el traslado del cuerpo docente.

Por su parte, recomienda organizar estas jornadas en auditorios y en forma abierta a un público mayor, para disminuir los costos. Y en ocasiones, hacerlo directamente con las asociaciones de representación empresarial, que nuclean a los operadores de cada provincia.

Respecto de las consultas sobre la bolsa de trabajo que presenta el centro educativo, menciona que el grueso de las solicitudes proviene de locales del Gran Buenos Aires y Capital Federal. Cayeron los números en comparación con 2014, como consecuencia de la situación del mercado. “Al no haber inversión se frena la demanda laboral”, sostiene ante la consulta de surtidores.com.ar.

Franco nota que la rotación es menor a tiempos anteriores. “Quizás los empleadores piden un esfuerzo de los trabajadores, con horas extras”, analiza. Frente a la incertidumbre que presenta la actividad, por el momento no se embarcan en contrataciones no del todo necesarias.

Mientras tanto, Franco destaca que “ya comenzamos con los talleres del segundo cuatrimestre”, para capacitar en cuatro puestos: Gerente, Administrativo, Vendedor de Playa y de Mini-mercado. “Se anotó más gente que en 2014 pero creció menos que años anteriores”, alertó. Y agregó: “si tuviéramos más apoyo oficial sería directamente un ente de consulta permanente para el estacionero”.