El viernes de la semana pasada, el ministro de Economía brasilero, Paulo Guedes, anunció en una conferencia de prensa junto al presidente, Jair Bolsonaro, la posibilidad de recortar el impuesto a los combustibles líquidos en ese país.

La estrategia de ese Gobierno es evitar que la nafta y el gasoil sigan subiendo, al calor del incremento en la cotización del barril internacional de petróleo, donde el Brent cotiza 55 dólares y el WTI 52 dólares.

Guedes destacó que esta medida aliviaría la carga fiscal sobre los combustibles en general, pero sobre el gasoil en particular, teniendo en cuenta que los camioneros brasileños han amenazado con ir a la huelga en todo el país por las sucesivas subas.

“Siempre que aumenta el precio internacional de crudo existe esta posibilidad de bajar impuestos para que las refinerías puedan cobrar un poco más y eso no impacte en el consumidor”, explica a surtidores.com.ar, Cristian Folgar, ex subsecretario de Combustibles de la Nación.

Sin embargo, para el ex funcionario es difícil que esto suceda en Argentina por la delicada situación fiscal en la que se encuentra el país. “No veo posible que hoy la nación y las provincias (ya que este tipo de impuesto se coparticipa) estén en condiciones de resignar esos ingresos”, opina.

NUEVA SUBA EN MARZO

Cabe destacar que desde el inicio del 2021 los combustibles en Argentina han aumentado alrededor de un 8,5 por ciento.

Petroleras advierten que buena parte de estas subas tienen que ver con traslados de precios, tanto de incrementos en el valor de los biocombustibles como por ajustes por inflación del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono.

Y dicho impuesto ahora deberá volver a subir. El próximo 15 de marzo debería actualizarse en proporción a la inflación acumulada del último trimestre del 2020.