Según evidenció un relevamiento realizado por ANCAP, al que tuvo acceso Surtidores, y que identificó factibles funciones de “teletrabajo”, en casi 800 empleados, el 30 por ciento de su plantilla laboral está en condiciones de acogerse a esta modalidad. Actualmente la empresa posee 2.300 operarios.

El reglamento interno especifica que la opción es voluntaria para el trabajador, previa firma de declaración jurada, además de reversible y sujeta a control por resultados.

De acuerdo con fuentes de la petrolera “las principales acciones realizadas por ANCAP en el comienzo de la pandemia implicaron la identificación de las funciones factibles de aplicar la modalidad de teletrabajo y las competencias de las personas para desarrollarlas, considerando aspectos o competencias necesarias, tanto del funcionariado como de los jefes”.

El presidente de la empresa, Alejandro Stipanicic, informó al portal de presidencia que desde marzo, ANCAP realiza la liquidación de haberes mediante teletrabajo.

AHORRO DE TIEMPO Y DINERO

El jerarca agregó al portal presidencial, que el personal ahorra tiempo y costos “al no trasladarse al trabajo, accediendo a cierta libertad dentro de un marco formal. El proceso se inicia con un acuerdo entre el funcionario y su jefe, quien supervisa el trabajo y lo valora según su resultado. Aunque el trabajador no marque tarjeta, la modalidad implicará alguna etapa presencial en algún momento”, precisó.

Dijo que hay que terminar con el mito que el “teletrabajo” es ocio. “Se trata de una forma diferente de trabajar, que tiene una libertad de desarrollar su tarea diferente a la de tener que vestirse, tener que ir al trabajo en determinada hora, acomodarse a los horarios de los demás, entre otras cosas, pero todo eso generaba la necesidad de una reglamentación de manera tal de regular algo que en el futuro ocurrirá. Hay un cambio de paradigma; el trabajo se valora por el resultado del mismo y no porqué estés presente o porque marques tarjeta”.

Se informó que el referido reglamento contempla la firma de una declaración jurada en la que se aceptan las condiciones laborales del hogar y el derecho de ANCAP para realizar inspecciones, y establece que no hay compensación económica de ningún tipo.