Desde que el Ministerio de Energía y Minería que dirige Juan José Aranguren anunció oficialmente que actualizaba el cuadro tarifario del gas para uso residencial, comercial e industrial, las transformaciones de automóviles y utilitarios a GNC cayeron drásticamente.

Fue en abril cuando el precio del combustible gaseoso empezó a escalar al público, como consecuencia del incremento del gas en boca de pozo y de los impuestos a las estaciones de servicio por la unificación de la facturación en lo que respecta a distribución y transporte.

En julio de 2015, se alcanzó un pico de colocaciones de 18.712 unidades, más del doble de lo que se registró mensualmente a partir del segundo semestre de este año, lo que significa que la industria está operando a menos de un 40 por ciento de la capacidad instalada. Así informan industriales del sector.

Y los últimos datos oficiales confirman una tendencia a la baja sin precedentes: las conversiones cayeron en agosto último un 53 por ciento interanual, valores similares a junio y julio. A partir de abril el saldo dio negativo y con expectativa de profundizarse: abril (-4,44 por ciento), mayo (-19.08), junio (-46.82), julio (56) y agosto (-51).

En consecuencia, en agosto circularon en el país 27.000 rodados a GNC menos que en el primer mes de 2016. Las bajas de autos por antigüedad o desuso fueron superiores a las ventas de sistemas de inyección.

Se dio en paralelo a los aumentos de precios en las bocas de expendio: 74 por ciento promedio en el interior del país y de 103 y 117 en la Provincia de Buenos Aires y Capital Federal.

Por este motivo, de acuerdo a un estudio elaborado por las cámaras empresarias del rubro  el consumo de GNC durante el período enero-junio registró una merma interanual de 5.65 por ciento.