En Entre Ríos y otras provincias, se está dando desde el día de la puesta en marcha del Decreto presidencial que suspendió todo tipo de movilidad social hasta el 31 de mayo, un insólito fenómeno de logística.

“Los camiones llegan a la Estación de Servicio, pero se encuentran con el inconveniente de que como no vendimos ni siquiera el 20 por ciento del combustible acostumbrado, no pueden descargar en nuestros tanques porque están repletos”, relató a surtidores.com.ar el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Entre Ríos, Mario Amado.

El dirigente de CECAER, sostuvo que las petroleras no tuvieron en cuenta este momento particular y “nos vimos en la situación de tener que darles una mano a los camioneros quienes debieron pasar hasta dos noches durmiendo en sus unidades, sin destino cierto de dónde llevar el producto de sus cisternas”, dijo.

Agregó que “desde que se cerraron las actividades, no tenemos casi actividad porque en provincias como las nuestras, la gente deja de utilizar sus automóviles ya que no hay opciones para salir a ninguna parte”.

Amado comentó que “los camiones de combustibles están circulando por los alrededores de los establecimientos de la zona sin poder descargar y vuelven a las rutas con la carga completa o en el mejor de los casos, con una parte importante del pedido rechazado”.

Por otra parte, coincidió con muchos de sus colegas sobre la falta de políticas de apoyo sustentables para el sector, que a pesar de la pandemia, debe mantener sus negocios abiertos para cumplir con su rol de actividad esencial.

“Después de mucho batallar logramos que el Estado nos catalogue como actividad crítica, pero sucede que cuando necesitamos una ayuda oficial, ningún funcionario se hace cargo”, sostuvo al tiempo que lamentó que “tras muchos años de gestiones y de diálogo con las autoridades, sentimos que en muchos casos los responsables del gobierno miran para otro lado o dan excusas dilatorias, para no asumir nuestras necesidades como PyMES generadoras de trabajo genuino”.