A días de cumplirse 29 años de la inauguración de la primera estación de GNC en el país, su mentor indiscutido, Fausto Maranca, hace un análisis de la situación de la industria. Asegura que las automotrices no lo incorporan masivamente debido que la demanda actual hace que no sea interesante incluir más alternativas
El próximo 21 de diciembre el Gas Natural Comprimido cumplirá 29 años de historia en el país. La fecha conmemora la inauguración de las dos primeras estaciones de carga, destinadas a abastecer a 350 taxis y 300 vehículos de flotilla de Gas del Estado, una iniciativa sustentada por lo que se denominó “Plan Nacional de Sustitución de Combustibles Líquidos”, en cuya elaboración trabajó principalmente personal de la gasífera y de YPF con la colaboración de diversos sectores privados.
En este corto trayecto de vida, el GNC se desarrolló de manera exponencial: actualmente hay 1.535.000 vehículos que circulan a gas, 226 localidades abastecidas, 1.939 bocas de expendio y 1.068 talleres de montaje. Si bien posee múltiples beneficios, su principal arma de seducción es su precio, hoy cuatro veces menos que el litro de nafta.
Fausto Maranca, mentor indiscutido de esta actividad, asegura que el GNC tiene una “estructura muy sólida”, sustentada en el desarrollo tecnológico de su industria. “El GNC cubre todas las necesidades de cualquier automovilista”, sostiene con la suficiencia que le da su vasta experiencia en el tema.
El fundador y ex Presidente de la Cámara que nuclea a las empresas del sector adelantó que este año “registrará un record de conversiones” que sin embargo no se traducirá en un elevado incremento de consumo de gas, debido a la excelente tecnología alcanzada en los equipos que permiten economizar combustible, sumando esto al ahorro que se obtiene con el cambio del mismo.
El empresario afirma con convencimiento que este combustible está alejado de las amenazas de escasez, argumento que basa en dos razones fundamentales: la eficiencia de los nuevos equipos que reducen notablemente el consumo y la exploración del mega yacimiento Vaca Muerta que proveerá fluido por varios siglos.
En este último punto Maranca pone todas sus expectativas para alcanzar el paso que falta para cerrar el círculo virtuoso del GNC: el transporte pesado. “Todavía habrá que esperar pero estamos muy confiados en el éxito de los recursos de las energías renovables, como el Biometano y el Hidrógeno que están siendo desarrollados en nuestro país”, expresó con entusiasmo.
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