En el viejo continente impulsan la iniciativa Garnet (Gas as an alternative for road transportt), cuyo objetivo es la creación de una red transeuropea de bocas de suministro de Gas Natural Líquido (GNL). En el gigante del norte en tanto, estimulan la colocación de más surtidores de GNC en estaciones de servicio
Contrareloj. Así trabajan las empresas energéticas para eludir la dependencia del petróleo y evitar que su desaparición se las lleve consigo. En eso anda Gas Natural Fenosa, que ha iniciado el proyecto Garnet de modo de sustituir los hidrocarburos tradicionales.
Cuenta con un presupuesto total de 3,8 millones de euros y dispone de una ayuda financiera de 1,9 millones de la Agencia Europea de Redes de Transporte Transeuropeo (Ten-T EA). Para realizar el estudio y valorar los resultados, se están implantando en España siete estaciones de servicio de GNL -cuatro fijas y tres móviles-, en las que se ensayarán las tecnologías con mayor potencial de despliegue.
Las estaciones se ubicarán en algunos de los principales corredores europeos de tráfico de mercancías, a una distancia adecuada para que los camiones que utilicen este combustible puedan circular sin problemas de suministro.
El proyecto Garnet se inscribe dentro de los objetivos de la UE para el transporte por ruta, orientados a promover y armonizar servicios más “seguros, eficientes y menos contaminantes“.
Según ha defendido la compañía, el uso del gas natural como combustible para el transporte contribuye a mejorar la calidad del aire, ya que reduce en más de un 85 por ciento las emisiones de óxidos de nitrógeno y de partículas en suspensión.
También disminuye en un 20 por ciento las emisiones de CO2 –principal gas de efecto invernadero– y la contaminación acústica, debido a que un vehículo de gas natural reduce hasta a la mitad el ruido que genera el motor. Otra de las ventajas que ha esgrimido es que su uso permite ahorrar hasta un 30 por ciento si se compara con el gasoil, y hasta la mitad si se contrasta con la nafta.
En Estados Unidos apuestan por el GNC
Volkswagen quiere unirse a Honda en la venta de automóviles de gas comprimido, como combustible natural en los Estados Unidos, pero primero quiere que el gobierno de ese país ayude a conseguir más surtidores de GNC en estaciones de servicio.
VW, el segundo vendedor más grande de vehículos de GNC en Europa después de Fiat, ha invertido mucho en una plataforma que permite a las plantas a construir el mismo vehículo con una gran variedad de motorizaciones, incluido el gas. Aun no ha puesto en marcha ninguno de estos modelos en los Estados Unidos, y dice que la razón principal que no lo está impulsando es la falta de infraestructura.
Aunque los especialistas están encontrando cada vez más argumentos a favor del GNC, por ahora el mercado solo se enfoca en los vehículos comerciales e industriales. Honda Motors, que vende una versión de GNC de su sedán Cívic, decidió el año pasado entregar a los nuevos compradores una tarjeta de combustible de 3 mil dólares para su uso en estaciones de servicio público.
¿Será Estados Unidos un mercado para los GNC como lo es Argentina, Brasil o Europa? El tiempo lo dirá pero lo cierto es que hay cada vez más interés en incorporar combustibles amigables con el medio ambiente y por sobre todo, más económicos que las naftas.
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