El mercado argentino de lubricantes automotrices está compuesto por nueve empresas, cinco de las cuales también participan de la venta de combustibles. En conjunto, comercializan anualmente alrededor de 185 millones de litros, la gran mayoría producidos localmente.

Este nicho de mercado, que alguna vez fue un componente inseparable de las naftas y el gasoil en la suma de rentabilidad para las estaciones de servicio, transita un presente muy diferente del que atraviesan los combustibles y más distinto aun de la situación de bonanza que surca el parque automotor.

Según datos dados a conocer por la Secretaría de Energía, en abril la venta interanual de aceites cayó 4 por ciento respecto al mismo mes de 2012. Sin embargo, considerando las ventas en las bocas de expendio exclusivamente la demanda escaló 5.6 por ciento durante este período.

Para los especialistas, el declive está relacionado directamente con las nuevas tecnologías motrices que exigen un cambio más prolongado. Es que los últimos modelos proponen el reemplazo del lubricante a los 10.000 kilómetros, el doble de tiempo recomendable que hace tan solo cinco años atrás.  

La líder del mercado es YPF, que comercializa uno de cada tres litros que consumen los autos argentinos. Un poco más atrás se ubica Total, con el 20 por ciento del market share, seguida por Shell con el 16 y Axion Energy con el 14. Petronás, Petrobras, Fercol y Dapsa completan la nómina.

Tendencias

Dentro del amplio abanico de lubricantes, hoy sobresalen los denominados “multicombustibles” que protegen los motores sin importar si son nafteros, diésel o con GNC. Una de las primeras en introducir este concepto fue Esso en 2009 a través de los Mobil Súper 2000 y Mobil Súper 1000. La gran innovación radicó en el concepto de Ages o Edades: optimiza el rendimiento de acuerdo a la edad del vehículo, representada en su kilometraje. Así, estos aceites ayudan a prevenir, mantener y proteger el deterioro del motor en cada etapa de su vida.

A fines del 2011, YPF lanzó su línea de lubricantes Elaion (F50E, F50, F30 y F10) para automóviles livianos. Esta línea utiliza la tecnología Flexlub, la cual emplea compuestos para neutralizar la acción de los contaminantes y garantizar la limpieza del motor, independientemente del tipo de combustible que se use.

Petrobras por su parte, le adosó nuevos términos a las siglas tradicionales (SL, SF, etc.): “Supera” al aceite sintético y “Essencial” a ciertos minerales nafteros, de manera de identificar más fácilmente el destino de su utilización. Shell tampoco se quiso quedar al margen de este nuevo estilo: desde hace unos día todos los lubricantes Helix pasaron ahora a ser aptos para cualquier tipo de motor liviano más allá del combustible que los alimente.