Insisten para que Buenos Aires no quede a contramano del resto del país en materia de autoservicio de combustibles

Mientras en ciudades como CABA o Rosario ya funciona el autoservicio de combustibles líquidos en horarios nocturnos con buenos resultados, la provincia de Buenos Aires permanece rezagada por una ley que impide expresamente el expendio sin operadores.

Con el respaldo empírico de lo que sucede en esas localidades – incrementos en ventas durante los turnos de menor demanda y una mayor eficiencia operativa-, la senadora Daniela Reich, propuso modificar el artículo 1 de la Ley 13.623, que actualmente impide que las estaciones bonaerenses funcionen sin personal de playa.

Ya son seis las Estaciones de Servicio habilitadas por la Secretaría de Energía para ofrecer el autodespacho de combustibles

La dependencia actualizó el listado oficial con los establecimientos autorizados para brindar la modalidad de atención sin asistencia directa del empleado.

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“La propuesta busca garantizar mayor libertad de elección, eficiencia operativa, seguridad laboral y competitividad para las estaciones”, afirmó Reich en diálogo con surtidores.com.ar. Además, señaló que el foco está puesto en “promover la innovación y la desburocratización, permitiendo a las empresas del sector implementar esta modalidad sin trabas municipales ni provinciales”.

El proyecto contempla que entre las 19 y las 6 horas, los consumidores puedan optar por cargar combustibles líquidos por cuenta propia, utilizando medios de pago electrónicos, siempre que haya personal presente para brindar asistencia y supervisar el procedimiento.

Y ante posibles interpretaciones erróneas, la senadora aclaró que la propuesta no implica despidos ni reducción de horas de trabajo para los playeros. “El personal continuará desempeñando un rol esencial, orientado a la seguridad y la atención ante emergencias”, explicó.

Autodespacho de combustibles: ¿qué debe hacer (y no hacer) el personal de playa?

La incorporación de esta nueva modalidad en la carga de combustibles representa una transformación significativa en la forma de operar estas instalaciones, pero lejos de prescindir de la figura del operario, el nuevo paradigma lo coloca en el centro de la seguridad y la eficiencia.

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También propuso reforzar las condiciones laborales con la instalación de garitas blindadas, mayor iluminación y protocolos específicos para los turnos nocturnos, donde se registran más riesgos por inseguridad.

“La experiencia acumulada por las principales petroleras y el impulso que ya le están dando distintas provincias muestran que este cambio es viable y necesario. Buenos Aires no puede quedar al margen de una transformación que ya está en marcha en todo el país”, concluyó Reich.