El Gobierno Nacional podría definir el 5 de noviembre el valor de referencia que regirá para las estaciones de servicio que despachan gas, una vez que haya analizado la información que obligatoriamente tienen que presentar los empresarios. Según muestran las estadísticas oficiales el promedio de ventas por boca bajó a la mitad tan sólo en 8 años
La ambición de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas es dotar de recursos a YPF para que pueda cumplir con su ambicioso plan de inversiones. Para ello incrementó el precio que las estaciones de servicio de GNC pagan a las petroleras locales, medida que según estimaron desde el oficialismo representa una fuerte transferencia de ingreso hacia la estatal.
En agosto pasado también se determinó que el valor del metro cúbico al público no podría ajustarse hasta tanto se defina una cifra tope a nivel nacional, que para el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, debería ser de $2,05. Esto se resolvería después de analizar la documentación sobre aspectos de la rentabilidad que se le exigió a las estaciones de servicio.
Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) manifestó que “existe una gran preocupación por el congelamiento de precios debido a que los costos operativos siguen su línea ascendente”, como consecuencia de la inflación. “No se puede mantener indeterminado el precio durante mucho tiempo”, advirtió.
En estas condiciones, los dirigentes que representan a los estacioneros no tienen otra alternativa que esperar hasta la fecha máxima que estipuló el Gobierno para tomar una posición sobre el tema. Si bien no hay certezas acerca del rumbo que podría elegir el oficialismo, quedó en claro que no permitirá que se dispare el importe del GNC.
Según informó Díaz el promedio de ventas de una boca de expendio es hoy de entre 90 y 100.000 metros cúbicos mensuales, mientras que hace apenas ocho años, en 2004, cuando el sector atravesaba su momento de apogeo, la media nacional era de 180.000 m3.
La caída se explica por el crecimiento del parque de estaciones y por la instalación de surtidores a gas en locales que anteriormente se dedicaban a la comercialización de combustibles líquidos.
Los problemas de rentabilidad no son ajenos a los expendedores de gas, sobre todo para los que están ubicados en zonas de baja densidad de población, principalmente del interior del país, que despachan menos de 50.000 m3. Para este segmento de las Pymes el precio funciona como sostén fundamental del negocio.
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