Especialistas valoran que los precios de los combustibles reflejen las variables del mercado pero descreen de una rápida recuperación del consumo

A partir de la semana próxima el precio de los combustibles podría disminuir alrededor de un 3 por ciento, según anticipó días atrás el presidente de YPF, Horacio Marín. “Si el petróleo baja, los usuarios no tienen por qué subvencionar a YPF, no es justo que tengamos una ganancia por encima de lo lógico”, aseguró el directivo.

La decisión de la compañía, que seguramente sea acompañada por el resto de las empresas, resulta un cambio de paradigma. Al respecto, Carolina Suárez, especialista en consumo opinó acerca de su impacto en los surtidores.

El presidente de YPF anticipó la recuperación de las ventas de combustibles

En el marco del AmCham Energy Forum 2024, bajo el lema "Desarrollo energético argentino: construyendo un futuro exportador", Horacio Marín, anunció además la posible baja en los precios a partir de la próxima semana.

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“No creo que la caída en los precios revierta la disminución de la demanda de combustibles. Lo que hemos observado en el último tiempo y en el acumulado de 2024 sugiere que esta tendencia no cambiará en lo inmediato”, sostuvo en diálogo con surtidores.com.ar.

La analista también destacó que, a pesar de la posible reducción de los valores, los consumidores han adaptado sus hábitos de consumo y se muestran cautelosos ante cualquier fluctuación del mercado. “Podemos pensar que, por primera vez en mucho tiempo, el combustible puede tener una tendencia a la baja, algo que no es habitual en el contexto argentino. Esto podría ser un gesto que apunta a una mayor transparencia en la política de precios, similar a lo que ocurre en otros países de la región”, comentó.

En este sentido, Suárez señaló que “podría ser el inicio de un cambio de percepción entre los usuarios, quienes podrían empezar a cuestionar cómo se fijan los precios de los combustibles en relación a la demanda real”.

Sin embargo, sostiene que este nuevo escenario enfrenta desafíos significativos. “La gente ha modificado su forma de consumir, y aunque el precio disminuya, eso no significa necesariamente que el consumo vuelva a los niveles anteriores. Las condiciones económicas globales y locales seguirán influyendo en las decisiones de compra”, puntualizó la especialista.