Necesidad clave para el desarrollo del negocio
Los desarrolladores recomiendan estar preparados a nivel funcional, comercial y financiero, además de considerar múltiples perspectivas desde el inicio de cualquier obra para lograr adaptarse a las nuevas oportunidades que trae la transición energética.
El mercado de las Estaciones de Servicio se reconvierte constantemente y a un ritmo acelerado; sobre todo, en un contexto de transición energética donde la incorporación de nuevas fuentes de energía es una realidad y no se dará de manera lineal en todos lados. Por el contrario, cada región verá su manera particular de adaptarse.
Un pequeño adelanto de cómo se está transformando el sector es observar el dato, difundido por los referentes de las principales marcas, que afirma que las tiendas de conveniencia pasaron de significar el 10 por ciento al 30 por ciento de la facturación total; cifra que se extiende hasta el 50 por ciento en las estaciones de ruta.
De esta manera, tal como lo afirmó el arquitecto Patricio Pon: “La flexibilidad se convierte en una necesidad clave para el desarrollo del negocio, porque en una era marcada por la velocidad del cambio, cada decisión estratégica puede ser determinante en el futuro inmediato”.
En diálogo con surtidores.com.ar, el titular de Pon Estudios de Arquitectos enfatiza en que tener capacidad de adaptarse fácilmente a diferentes situaciones, condiciones o cambios, sin perder eficiencia ni efectividad, debe ser una condición transversal en toda la empresa para afrontar los desafíos del mercado.
Por ello identifica que la clave es planificar de manera participativa los próximos pasos, manteniendo la mente abierta en los tres grandes ejes: comercio, funcionalidad y finanzas.
En principio, la flexibilidad comercial permite ajustar la oferta según las preferencias de los clientes, avances tecnológicos y tendencias del mercado, lo que garantiza una experiencia adecuada. “Ejemplos de esto incluyen la aparición de locales comerciales anexos y la adaptación de las circulaciones internas para nuevos productos”, explica Pon.
Principalmente, esto se está observando en nuevas alianzas con firmas reconocidas para ofrecer diferentes servicios, ya sea gastronómicos, como servicios de lockers para el retiro de paquetes.
Por otra parte, el arquitecto hace referencia a la flexibilidad funcional que permite optimizar la eficiencia operativa mediante el ajuste de espacios según horarios y demanda, como ocurre en estaciones turísticas que varían su personal según la afluencia de clientes.
Al respecto, aclara: “Desde el diseño inicial, consideramos la posibilidad de expansiones futuras y ajustes operativos para garantizar la escalabilidad y la eficiencia a largo plazo, esto nos permite incorporar sin dificultades nuevos tanques de almacenamiento, islas de carga, áreas de consumo o estacionamientos a medida que crece la demanda”.
En tercer lugar, se menciona la importancia de una planificación financiera flexible, ya que los proyectos de Estaciones de Servicio no son estáticos, sino que crecen y evolucionan con el tiempo.
“Cada proyecto de construcción o refacción suele dividirse en varias etapas para alinear la inversión con los flujos de dinero disponibles”, explica Pon y sostiene que es necesario plantear escenarios con distintas variables en análisis, para hacer frente a imprevistos durante el proceso de construcción y establecer acuerdos flexibles que permiten ajustes en caso de cambios en las condiciones del mercado.
Crece el interés por invertir en nuevas Estaciones de Servicio
Por último, expresa que el 100 por ciento de los proyectos que se hacen de manera participativa permiten desarrollar propuestas que son más adaptables con el correr del tiempo. Por ello se recomienda incorporar distintas visiones y perspectivas. A través del diálogo, la suma de los saberes de cada actor ya sea dueño, empleado, constructor, asesor, contribuyen a un resultado colectivo superador que debe ordenarse con una mirada integral.
Los cambios de hábitos y consumos ya son una constante; por lo tanto, hacer las cosas del mismo modo que se han hecho en las últimas décadas no será suficiente para prepararse para lo que viene, por lo que el arquitecto concluye: “Si logramos ser flexibles, podremos adaptarnos rápidamente y responder de la mejor manera en los nuevos escenarios”.
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