Existen tres realidades en cuanto a la implementación de informática en las Estaciones de Servicio: por un lado, quienes responden a demandas de las petroleras interesadas en sumar controles a sus operadores y servicios diferenciales; en segundo lugar, los que consideran apropiado modernizar algunos aspectos y, por último, quienes no están interesados en absoluto. Más allá de cuál sea la que aplique a cada caso, es un factor común la dificultad de afrontar cambios e innovaciones, ya sea por reticencia del personal, falta de fondos o el poco interés de otros actores en sumarse a esta tendencia (proveedores, clientes, etc).

Surtidores.com.ar dialogó con el responsable de aplicaciones de FOCA Software, Ariel Quintana, y el titular de World Service, Fabián Bruno, para consultarles si el contexto actual beneficia o desalienta a los estacioneros a invertir en la automatización de sus negocios. En este sentido, ambos concluyeron en que, en nuestro país, no es una prioridad, aunque brinde mayor seguridad en los procesos y en el resguardo de datos.

En principio, Bruno afirma que solo el 30 por ciento de las estaciones se consideran automatizadas y que el resto utiliza por lo menos un software pero no se puede calificar como tal. “La automatización de los circuitos asegura la trazabilidad pero no ahorra tiempo. Por eso la buscan aquellos que quieren lograr una mejor performance en el negocio“, sostiene.

Asimismo, explicó que la mayoría de quienes consultan por los servicios de World Service no cuentan con personal capacitado para hacer efectiva la transición y que el mayor cambio estuvo motorizado por la incorporación de medios de pagos electrónicos como las billeteras virtuales.

Por su parte, Quintana entiende que quien puede invertir en automatización, debe hacerlo seguro de que verá resultados positivos en el funcionamiento de la empresa. “Creo que el autoservicio en las tiendas es el próximo boom en este sector. A diferencia del servicio de despacho de combustible, en este caso, gracias a las apps de delivery el cliente ya está acostumbrado a no depender de una persona que lo atienda para ofrecerle alimentos o productos específicos”, puntualizó.

Ambos coinciden en que la mejor forma de crecer en este sentido es hacerlo de manera progresiva, detectando los puntos a mejorar y trabajando en conjunto con los profesionales asesores hasta naturalizar el nuevo sistema. Estas son solo otras herramientas que permiten clarificar el panorama del funcionamiento diario y minimizar debilidades. Lo cierto es que dicha inversión debe estar acompañada de capacitación y colaboración del equipo de trabajo.

¿Se podría decir que obtener información fidedigna, optimizar errores humanos y agilizar ciertos aspectos en la atención al público de la mano de algoritmos y software podría aumentar la rentabilidad en el largo plazo? Claro que sí, pero estos no prevén los vaivenes de la realidad política, económica de la sociedad argentina. Ese sigue siendo el desafío que pone a prueba la creatividad y agilidad de los dueños de las Estaciones de Servicio.