Días atrás, la Cámara de Diputados rechazó por falta de quorum la prórroga de la Ley de Biocombustibles (la actual vence el 12 de mayo), que ya contaba con media sanción del Senado, dando lugar al debate de una nueva iniciativa.

En este contexto, un grupo de legisladores opositores propuso elevar el corte de gasoil con biodiesel al 27 por ciento y el de nafta al 15 por ciento, bajo el argumento de brindar herramientas para el desarrollo del empleo y la protección de la salud de los habitantes.

“El planeta está en una situación de emergencia medioambiental y climática sin precedentes. En un futuro, los combustibles minerales dejarán de tener la primacía entre las fuentes de energía de la humanidad porque es insostenible: contaminan el aire, deterioran la salud y nos atrasan en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, que hemos asumido ante la comunidad internacional”, sostiene la iniciativa.

En contraposición, afirman que las investigaciones demuestran que el uso de bioetanol y biodiesel reducen las emisiones de gases efecto invernadero en más de un 70  por ciento con relación al combustible convencional.

Los congresistas ponen de ejemplo a Brasil que mezcla al 27,5 por ciento. “Aunque no podemos pensar en el corto plazo en medidas tajantes como el Reino Unido, que a partir de 2030 no permitirá el uso de combustibles fósiles, o como Dinamarca que puso fin a las exploraciones de petróleo y gas, debemos prepararnos con un reemplazo progresivo. Paraguay ya ubicó el corte obligatorio de bioetanol en un 25 por ciento” justifican.

En ese sentido, expresaron que el objetivo de alcanzar una economía sustentable es urgente debido a la degradación ecosistémica que los seres humanos hemos causado al planeta. “Más que nunca, necesitamos políticas públicas que estimulen, como mínimo, el reemplazo gradual de los combustibles fósiles por otros tipos de energía”, concluye el proyecto.