Estacioneros advierten que nuevas restricciones a la circulación social podrían derivar en quiebres de stocks

La incertidumbre que generó la decisión del Poder Ejecutivo de “facultar a los gobiernos provinciales y municipales” a imponer cierres preventivos de comercios y a la circulación nocturna, provocó en los dueños de expendedoras de combustibles un interrogante sobre la manera en que enfrentarán lo que parecería ser un nuevo “parate económico”.

Volver a cerrar la economía causará en el rubro “un efecto totalmente contrarrestante en relación a la situación sanitaria, porque genera conglomeración de gente los días previos y posteriores a la puesta en marcha de una nueva cuarentena”, observó Juan Manuel Brígido, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de La Rioja, en diálogo con surtidores.com.ar.

Como efecto colateral a esta situación, el dirigente advirtió la posibilidad de desabastecimiento. Explicó que, el anuncio de una cuarentena suele atemorizar a los automovilistas y movilizarlos a llenar sus tanques “por las dudas”, pudiendo provocar que una boca se quede sin producto antes de lo esperado.

“Con estos anuncios confusos, la gente se amontona a cargar en la tarde y mañana porque de noche no pueden circular”, agregó Brígido. En esa línea remarcó que todavía no está del todo claro cuál será el procedimiento sanitario en La Rioja.

MÁS PRESIÓN

“Restringir horarios no genera ningún beneficio adicional y provoca de nuevo retracciones a la demanda que ya no estamos en condiciones de afrontar”, opinó Brígido y aconsejó reforzar la prevención, sobre todo en controles de fiestas clandestinas y reuniones masivas que rompen protocolos.

El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de La Rioja señaló que la experiencia demuestra que si los comercios funcionan respetando las reglas sanitarias, como sucede en el sector estacionero, “quedó demostrado que el virus no tiene alto nivel de propagación en el ambiente laboral”.