**Patricio Pon, Arquitecto

Quienes gestionan las Estaciones de Servicio enfrentan el desafío de conocer y determinar cuáles son los factores que hacen más eficiente una tienda de conveniencia. Para lograr el máximo aprovechamiento, desde “PON Estudio de Arquitectos” les acercamos una serie de herramientas que le permitirán autoevaluar su negocio y decidir si es el momento de acelerar el proceso de adaptación que el mercado demanda.

ACERCARSE PARA VER. De lejos, la apariencia general de las tiendas de conveniencia de América Latina presenta un escenario uniforme en función de los manuales de identidad de cada petrolera. Pero si nos acercamos y observamos en detalle, el panorama deja de ser “homogéneo”. Las diferencias de funcionamiento radican en que las tiendas de conveniencia son obras de arquitectura que no sólo responden a la estructura del manual de identidad, sino que también están condicionadas por otras variables: las condiciones del lote, el entorno, el público, la historia del operador, su idiosincrasia, su circunstancia. Todo esto influye en el resultado y debe ser tenido en cuenta.

DE LO MENSURABLE A LO INCONMENSURABLE. Lograr eficiencia y rentabilidad en las tiendas de conveniencia implica reconocer y potenciar aquellos parámetros que son medibles para que, combinados con un buen servicio y un buen producto, induzcan al cliente a regresar a la tienda para revivir una experiencia de calidad.

LO MENSURABLE. Una comunicación efectiva de los servicios que se ofrecen es un primer factor medible a considerar. Espacios flexibles y adaptables a diferentes horarios y/o circunstancias, una accesibilidad universal y el mobiliario indicado para recibir al cliente, son otros aspectos fundamentales. También lo es contar con una proporción adecuada de área verde, área de circulación, dotación sanitaria, depósitos y área para empleados. Para que el ambiente sea confortable, debemos definir los sistemas de iluminación natural y artificial, de acondicionamiento térmico, sonido y TV. Es necesario prever la incorporación de nuevas tecnologías y el diseño de una infraestructura actual y futura. Por último, los elementos de identificación regional agregan valor al atractivo de la tienda.

LO INCONMENSURABLE. Reconocer y elevar los parámetros mensurables permite fortalecer las variables “no medibles”, vinculadas a una “atmósfera de confort” donde el visitante podrá circular con comodidad, ubicar rápidamente los servicios y lo que desea consumir. Dialogar sin que el sonido ambiente invada sus conversaciones, disfrutar de un café o una gaseosa a temperatura perfecta, percibir el ingreso de una luz solar indirecta que no obstruya la visión de las pantallas y observar la presencia de vegetación, son algunos factores que hacen agradable el espacio y que invitan al cliente a volver.

EN CONCLUSION. A un mercado en transformación se sumó una pandemia que profundizó los desafíos que venía atravesando el sector, obligando al operador de Estaciones de Servicio a ajustar los engranajes operativos del negocio para no perder rentabilidad. En ese sentido, consideramos imprescindible adaptar la arquitectura de las tiendas hacia estándares de eficiencia. Cabe aclarar, que dicha adaptación no implica necesariamente incurrir en grandes inversiones, sino una planificación estratégica acorde a la realidad de cada estación. Planificar es la clave para anticiparnos a los nuevos desafíos que se imponen desde el sector para la salida de la crisis.

* Este articulo forma parte de una serie denominada “De la eficiencia la a rentabilidad” donde compartimos un síntesis de la experiencia del trabajo especializado realizado en la oficina “PON-Estudio de Arquitectos” en los últimos años.

** Patricio Pon

Arquitecto por la Universidad Nacional de Córdoba (2006). Realiza posgrado de Arquitectura y Tecnología en la UTDT (2009). Realiza práctica profesional en Estudio MAPAA (Madrid) – AFT (Córdoba) (2007 a 2010). En el ámbito académico realiza adscripciones en UNC y UCC (Córdoba). Funda “PON- Estudio de Arquitectos” en el año 2010