Frente a los aumentos de la cotización internacional del petróleo crudo y las variaciones en el valor del dólar estadounidense, y con el fin de amortiguar los efectos de dichos aumentos en el precio local de los combustibles y contribuir a la estabilización en el corto plazo de los precios de la economía, el Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Energía y Minería, suscribió con las empresas YPF, Pan American Energy y Shell Argentina un acuerdo por el cual las empresas congelan los precios de los combustibles líquidos durante los meses de mayo y junio de 2018.

El titular de la cartera, Juan José Aranguren, invitó a adherir a las restantes empresas refinadoras y comercializadoras que actúan en el país, al convenio de estabilidad de precios, por el que las citadas compañías aceptan mantener los precios actualmente vigentes de los combustibles, antes de impuestos y compensar las diferencias resultantes de las variaciones de costos acumuladas en dicho período durante un periodo de seis meses a partir del 1 de julio de 2018.

“La firma del acuerdo, como medida de excepción, permitirá mitigar el efecto de las variaciones de costos mencionadas, propiciar una adecuación más paulatina de los precios locales de los combustibles y atenuar la incidencia de tales variaciones en los precios de la economía, en favor del interés económico general”, afirmaron desde el Gobierno.

LA OPINIÓN DE LOS EXPENDEDORES

Si bien los empresarios consideran que la medida “es razonable”, reclamaron el mismo trato para con los demás sectores de la economía. “No es posible que el sacrificio lo hagan solo los estacioneros”, señaló a surtidores.com.ar el Secretario de Cecha Oscar Díaz.

En ese sentido lamentó que la decisión de congelar los precios también se haga extensiva al margen de rentabilidad de los empresarios. “Las autoridades deberían convocar a todas las actividades para que no disparen los costos”, afirmó.

A su turno, el Presidente de CECHA, Carlos Gold, expresó que “puede ser una medida coyuntural que puede poner un paliativo a la situación”.

“Tenemos que dejar bien en claro que la necesidad del incremento del combustible no es algo que esté dispuesto por las petroleras porque sí. Hay un tema de fondo que tiene que ver con que un barril de crudo el año pasado, cuando se liberó el mercado, valía mil pesos. Hoy sale 1600“, argumentó.