La transpiración, que es el mecanismo para enfriar el cuerpo, hace que el organismo pierda mucho líquido y por eso es fundamental su consumo para renovar los perdidos. Consejos para minimizar los riesgos
Para mitigar los efectos del calor por eso es fundamental el consumo de líquidos. En cuanto a la elección de las bebidas, lo aconsejable es agua mineral, jugos de fruta o gaseosas que contengan poco azúcar. Las bebidas alcohólicas no sólo son poco recomendables, sino que pueden empeorar el cuadro.
Muchas gaseosas contienen también sal, con lo cual mientras más se toma, más sed se tiene. En el mercado existen varias marcas que reponen sales, pero su consumo no es para todos. Tienen que tener cuidado aquellas personas que tienen problemas cardiovasculares. Ellos deben consultar siempre con su médico de cabecera.
Para los golpes de calor no existen medicamentos, por eso es muy importante seguir estos consejos:
Síntomas de un golpe de calor:
Dolor de cabeza, vértigo, náuseas, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.
Piel enrojecida, caliente y seca, respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados).
Las medidas más eficaces a tomar por el empleador son, hacer hincapié en la hidratación y prehidratación, informando al empleado de la importancia de la misma y permitiendo acceso libre a agua potable fresca así como organizar las practicas de trabajo evitando esfuerzos excesivos y programando descansos en lugares frescos.
Si bien en muchas estaciones de servicio no se puede evitar la exposición a factores térmicos estresantes, si se pueden tomar medidas eficaces para minimizar los riesgos relacionados al calor.
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