El gran peso de los costos operativos en algunas actividades preocupa al Gobierno, que estudia la manera de reducirlos para aliviar el bolsillo de la gente. Recientemente se supo de un plan oficial para bajar las expensas hasta 20 por ciento implementando edificios sin portero y controles más espaciados.

Este tipo de iniciativas también es una posibilidad cierta para las Estaciones de Servicio. Así al menos lo analiza el Secretario de la entidad más representativa del sector, la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), Oscar Díaz, quien expresó que “es indudable que la implementación del autoservicio contribuiría a disminuir los costos”.

El directivo incluso fue más allá cuando afirmó que también influiría para “bajar indirectamente el precio de los combustibles”.

Díaz apunta al costo laboral, que es el principal egreso que tiene una Estación de Servicio a punto tal que en muchos casos insume más del 50 por ciento del ingreso. “No cabe descartarlo como posibilidad, sobre todo si los costos siguen subiendo”, insistió.

A diferencia de los que ocurre en otros países, en especial los más desarrollados, donde esta modalidad de despacho es la más frecuente, el empresario opina que a pesar de esto no ha logrado imponerse en la Argentina, “básicamente entiendo por una cuestión cultural”.

En ese sentido señala que “la gente en general prefiere que la atiendan cuando se trata del despacho de combustible”.

Asimismo juzga que por otra parte también implica un riesgo “ya que podría darse el caso de que alguna persona no supiera como actuar en caso que se produjera algún inconveniente o emergencia”.

En referencia a este punto, el empresario sostiene que el proyecto de ley de comercialización de combustibles impulsado por CECHA en el Congreso de la Nación para regular la venta de naftas y gasoil prohíbe el autoservicio en resguardo fundamentalmente de la seguridad. “Creo que habría que dejar abierta la posibilidad pero debería ser previamente reglamentado”, concluyó Díaz.