Los precios de los combustibles líquidos en el sector mayorista siguen su camino de competitividad, impulsados a la baja por factores climáticos, políticos y sanitarios, en un año insólito como lo fue el 2020, que por imperio del Covid, puso a las compañías petroleras en una posición de ofrecer alternativas a los clientes y diversificar los canales de venta.

De esta manera, a nivel naftas, fueron las Estaciones de Servicio “sin bandera” que comenzaron a recibir el mismo producto que venden sus colegas de marca, a costo más bajo, situación que las ayudó a aminorar las pérdidas de la crisis sanitaria.

En ese contexto, el  presidente del Grupo Petroenergía, Mauro Lapacó, comentó a surtidores.com.ar que es mucha la competencia entre las productoras y refinadoras por la falta de ventas, mientras esperan que el gobierno emita un nuevo decreto para la instalación de una nueva etapa del barril subsidiado en un clima internacional de precios bajos.

Es aquí donde el sector blanco recibió un trato diferente a los operadores de bandera, accediendo a mejores ofertas de precio para vender más barato que las que mantienen un contrato de exclusividad.

“Es la manera de estimular a las estaciones blancas para que adquieran el producto que no pueden colocar en el canal de ventas oficial de cada petrolera”, subraya Lapacó.

Por otro lado, en referencia al gasoil, adelantó que esperan menos despacho que la misma época del año pasado, no solamente por la pandemia, sino a causa del fenómeno climático de la “Corriente de la Niña”, el cual provocará que haya menos volumen de lluvias, lo que repercutirá negativamente en la siembra.

PREOCUPACIÓN POR LA FALTA DE ATP

El empresario además comunicó que existe una gran inquietud entre las Estaciones de Servicio de menos de 300 mil litros de expendio por mes y especialmente, de aquellas que poseen empleados con mucha antigüedad, dados los costos laborales que deberán afrontar.

“Sabemos que estos comercios están hoy al borde del quebranto”, lamentó.