La suba de los combustibles líquidos, de hasta un 90 por ciento en los últimos 30 días, hizo resurgir el interés por el Gas Natural Comprimido. Es que la brecha con la nafta súper es de 3 a 1 en casi todo el país, con la salvedad que en algunas Estaciones de Servicio de la Ciudad de Buenos Aires el gas cuesta la quinta parte.

Es en este contexto que la Cámara de Expendedores de GNC vislumbra una oportunidad única para impulsar su consumo. “La diferencia económica es muy favorable para el consumidor”, destaca su presidente Pedro González, al tiempo que resalta sus condiciones medioambientales en tiempos donde el cambio climático está provocando efectos devastadores, como sucediera horas atrás en varias localidades argentinas.

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El directivo basa sus argumentos en el recupero que supone andar a gas. Según especifica la web de Metrogas pasaloagas.com, circulando 30000 kms. al año, el beneficio que reporta es de $1570000, con lo que se infiere que la instalación del equipo se recupera en 8 meses.

“Necesitamos que el gobierno fomente políticas públicas a favor del gas vehicular”, reclama González. “Es hora que los autos vuelvan a salir de fábrica con los equipos colocados y que los cubra la garantía”, ahondó.

Ya en su momento, la industria del GNC adelantó que presentará  una iniciativa como una alternativa sólida que no solamente beneficie al sector y a los usuarios, sino también a la macroeconomía energética.

Se trata de la implementación de créditos subsidiados a tasas accesibles exclusivos para la conversión de vehículos a GNC. Federico Baratella, presidente de la Cámara de Fabricantes de Equipos (CAPEC), destacó a este medio la importancia de este momento en la Argentina en cuanto a la transición hacia un combustible más limpio y eficiente.

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Por su parte, Carlos Grisolía, titular de la Cámara Argentina del Gas Natural Comprimido (CAGNC), entidad que nuclea a empresas que integran toda la cadena de valor industrial y de servicios dedicados al gas natural, expresó que “las expectativas no cambiaron en cuanto a lo que tenemos por delante”.

“Sigue habiendo un gran horizonte tanto para el desarrollo del GNC, como del GNL y confiamos en poder al fin llegar al uso intensivo del gas como combustible en el transporte pesado, tanto de carga como de pasajeros“, resaltó el directivo, aunque reconoció que a consecuencia de las dificultades que trabaron el quehacer económico en los últimos años la actividad ralentizó su desarrollo.

“Esperamos que las medidas que se tomen sean las correctas y surtan efecto cuanto antes”, enfatizó finalmente Grisolía.