Mientras recrudecen las medidas de aislamiento social en las provincias del centro del país, los dirigentes del sector expendedor esperan por los resultados que pueda generar el compromiso expresado por el Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez luego del encuentro que tuviera el viernes con CECHA.

“La pandemia solamente profundizó un proceso de decaimiento de la rentabilidad de nuestros negocios, que ya llevaba muchos años de derrumbe, fruto de los congelamientos de precios y una crisis económica general de la población, que había esmerilado su poder adquisitivo”, dijo a surtidores.com.ar, el presidente de la Cámara de Expendedores de Entre Ríos, Héctor Martínez.

En ese marco, valoró el interés demostrado por el titular de la cartera energética en cuanto a evaluación del impacto que tiene la denominada venta directa al campo que suele desviarse y convierte a muchos establecimientos en revendedores de gasoil minorista sin los controles ni las exigencias que se le imponen a las Estaciones de Servicio tradicionales.

No es un fenómeno nuevo, pero en tiempos de escasez de ventas, los perjuicios que este método causa en las bocas de expendio, se siente con mayor fuerza y de acuerdo a la denuncia del dirigente entrerriano, refuerza los problemas que el sector tiene para por ejemplo, cerrar un nuevo acuerdo salarial.

Tal cual lo vienen detallando los asesores de todas las cámaras del sector, con la venta directa de las petroleras de gasoil al campo, los expendedores chicos de las localidades menos urbanizadas, están llegando a un límite, porque los clientes que antes cargaban en los canales tradicionales, hoy lo hacen por otro lado, habilitando la inseguridad ambiental y la evasión fiscal.

“El conjunto de políticas que las compañías productoras y refinadoras llevan adelante en contra de las propias Estaciones de Servicio, es la causa principal de la coyuntura que hoy vivimos una gran cantidad de pequeños y medianos dueños de negocios de venta de combustible”, alegó el representante estacionero.