El sector de operadores minoristas de combustibles expresó una sensación de incertidumbre tras el reciente aumento de precios, pero especialmente sobre lo que sucederá cuando deje de tener vigencia el alcance del Decreto que dispuso el congelamiento y que será a mediados de noviembre.

“Si hacemos un cálculo sobre el plazo de acreditación de las ventas que a partir de hoy ya estamos realizando en nuestros establecimientos, las cuales comenzarán a hacerse efectivos días después de la liberación de los precios, concluimos en que necesitamos saber cuál será el porcentaje de actualización y además, si se hará todo de una sola vez o en etapas progresivas”, explicó a surtidores.com.ar, el Presidente de FAENI Alberto Boz.

Sucede que el meollo de la cuestión se centra en el hecho de que los estacioneros venden con tarjeta de crédito a precio congelado de hoy, pero deberán reponer producto actualizado cuando esos valores aún no hayan impactado en sus cuentas y de esta manera, se repetiría el desfinanciamiento que sufrieran los operadores cuando los plazos de acreditación eran de 28 días y la inflación galopaba sobre los precios de los combustibles.

Sin embargo, el directivo vio con buenos ojos la actitud de ambos presidentes, el saliente y su par electo, de acordar una transición organizada, por lo que opinó que “el precio de los combustibles seguramente está en la agenda inmediata de esta transición política, como pasó con el dólar”.

Por otra parte, dijo tener conocimiento que los asesores de cada sector político tienen a este tema como uno de los factores más importantes que afecta a la inflación, a los consumidores y por sobre todas las cosas, repercute sobre el proyecto de Vaca Muerta, que constituye para el nuevo Poder Ejecutivo una de las bases del desarrollo económico futuro.

Pero alertó que “a nosotros aún no se nos informó nada respecto, ni sobre una recomposición progresiva de los precios o una prórroga del Decreto” y mostró su inquietud por esa falta de definiciones que les impiden a las cámaras de expendedores tomar ninguna resolución sobre las tarjetas de crédito.

“De llegar a pasar algo que nos afecte de manera contraria en nuestra rentabilidad, deberemos entonces dirigirnos a las compañías petroleras para gestionar algún tipo de acuerdo entre ambas partes”, finalizó.