En representación de las 700 expendedoras “sin bandera”, el dirigente alertó además que “históricamente la ley de abastecimiento demostró un fracaso rotundo cada vez que se intentó aplicar”.

García aseguró que “desde hace cuatro meses que el Gobierno pisa el precio real de los hidrocarburos por cuestiones electorales que finalmente no le sirvieron para nada, dejando al país en una situación de 0,75 dólares el litro de nafta en comparación con el resto de los países limítrofes que lo venden a 1,10 dólares”.

Agregó que “el verdadero problema grave que tenemos las Estaciones de Servicio del interior del país, especialmente aquellas que no tienen contrato con firmas petroleras, pasa por el aumento de los servicios eléctricos del 3000 por ciento, lo que dejó al borde del quebranto a los establecimientos”.

En ese sentido, opinó que “la ley de abastecimiento no será efectiva al momento de levantar al muerto”, al compararlo con las bocas de expendio de menor volumen de ventas que están a punto de cerrar sus puertas debido a la dolarización de los costos fijos.

“Serán 90 días muy duros para los colegas de las expendedoras blancas ya que con esta medida gubernamental quedarán aisladas del sistema de provisión de producto y por ende, serán luego las víctimas del mercado negro que está al acecho”, aseveró con preocupación el histórico referente del sector.

Por otro lado, comentó que en un contexto de libre mercado y democracia, “nadie está obligado a trabajar a pérdida y los combustibles no son la causa real de la crisis económica a la que nos llevó el Gobierno”.

Es por ello que denunció que las autoridades “no enfocan la mira en destruir al monstruo de las tarifas que se tornaron insoportables para aquellos empresarios pymes que deben sostener un negocio cada día”, finalizó.