Diferencias de hasta el 40 por ciento
El grupo de expendedores que impulsaba la creación de una entidad para discutir los problemas y defender la postura de quienes no tienen contrato con petroleras, se topó con la imposibilidad de enfrentar las derivaciones que provoca el congelamiento en el surtidor.
Con un ánimos de desaliento, el empresario y referente de las Estaciones Blancas, Sebastián Barinaga, comentó que la brecha existente entre los precios minoristas y mayoristas del gasoil, “resulta un desfasaje que carece de todo tipo de lógica, porque aumentaron un 4 por ciento, sumado a que YPF dice que aún falta actualizar otro 20 y los proveedores mayoristas superaron el 40 por ciento de aumento”.
Alertó que la situación de las Estaciones Blancas es crítica y advirtió que este gobierno va a dejar a decenas de pueblos sin expendedoras, a causa de la inoperancia demostrada que dejará el problema para la gestión que viene.
“Hay estaciones sin bandera que ni siquiera llega a la categoría de pyme y que en estos días ya cerraron sus puertas dejando a gente sin trabajo y a personas que viven en zonas alejadas de los centros urbanos sin combustibles”, lamentó Barinaga.
Recalcó que en estos lugares donde solamente existen estaciones blancas, “el agro tiene dificultades para encarar la temporada de cosecha porque no pueden activar ante los precios del gasoil de hoy en día, como también le sucede a las empresas de transporte que dependen en su totalidad de las estaciones de bandera para conseguir diesel para trasladarse”, dijo.
Si bien valoró que el compromiso y las buenas intenciones existen tanto en la dirigencia que representa a las cámaras del sector como en algunos funcionarios nacionales, “se terminan cuando llega el momento de pagar cheques, de conseguir producto para vender, cuando se corta la cadena de pagos y caen las cuentas corrientes”, expresó.
Agregó que los dueños de estaciones blancas están resignados y van perdiendo el impulso para continuar con las reuniones y las gestiones ante los referentes y funcionarios de la actividad, debido a la incertidumbre por lo que viene y en vilo porque no se sabe quienes ocuparán la Secretaría de Energía después del 10 de diciembre.
“El problema se profundiza porque son muchos los colegas que no tienen espaldas para soportar el día a día y bancar los costos de un establecimiento abierto sin combustible para vender hasta el momento que la situación se normalice”, sentenció.
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