FANCAP, anunció su decisión de permitir la operación continua de la refinería La Teja durante el paro general convocado por el PIT CNT para el jueves 17 de agosto. Esta medida contrarresta la previa notificación de ANCAP de detener las operaciones de la refinería a partir del lunes 14.

La determinación de FANCAP, adoptada tras un análisis exhaustivo de la situación, consiste en otorgar guardias gremiales, lo que garantizará que la refinería siga funcionando según su plan original hasta el 4 de septiembre, fecha en la que inicialmente se tenía previsto el cese de actividades.

Fuentes de la petrolera indicaron que ANCAP ya había comenzado los preparativos para el cese de producción, pero el directorio revirtió esta decisión el pasado lunes en vista de la resolución adoptada por FANCAP. Según estas fuentes, la refinería operará con normalidad hasta la fecha anunciada para la parada completa.

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No obstante, otras medidas gremiales adoptadas por el sindicato siguen en pie, como la suspensión de horas extras, la no firma de permisos de trabajo y la reducción de la jornada laboral a 8 horas durante el período de paro para mantenimiento.

FANCAP, en una declaración pública emitida el mismo lunes, explicó que optó por mantener la guardia mínima establecida en 2017 debido a las preocupaciones sobre la seguridad de la planta en caso de seguir los términos impuestos por ANCAP el 14 de agosto.

Además, los trabajadores sindicalizados manifestaron su intención de llevar su queja más allá de los límites nacionales, anunciando que presentarán una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en contra del Estado uruguayo. Argumentan que este último no está garantizando el derecho a huelga consagrado en la Constitución de la República.

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A pesar de esta resolución de FANCAP, que restablece el cronograma original de la parada, queda por verse qué implicaciones tendrá la decisión del sindicato de reducir la jornada laboral a 8 horas por día. El presidente de ANCAP, Alejandro Stipanicic, advirtió que esta medida podría ralentizar las obras hasta en aproximadamente 500 días y causar pérdidas de hasta 400 millones de dólares.