El investigador de la Facultad de Economía de Avellaneda, Javier Cernadas, recalcó que “mientras sube el costo de los surtidores, el salario se va achicando” y en ese aspecto recalcó la merma del poder de compra que retrae las ventas en las Estaciones de Servicio.

“Lo único que no está aumentando es el salario. Las naftas subieron más de 15 por ciento en 2019 y suman ya un 80 en el último año”, dijo el economista.

“Esto indica que el aumento de las naftas repercute indirectamente en todos los precios, tengas auto o no, porque en definitiva se paga en el boleto de transporte o en el flete de la mercadería”, explicó Cernadas.

Por su parte, Héctor Polino, titular de la Asociación Consumidores Libres, comentó que el único remedio en estos momentos, para detener a la inflación que no cesa, es suspender el aumento de la nafta y el gasoil, que constituyen aquellos componentes que de manera directa o indirecta inciden en el precio de los productos de la canasta básica.

“En un país como Argentina 90 por ciento del transporte de carga se realiza a través del camión, se calcula que la logística incide en los costos de una canasta de alimentos del 35 por ciento“, afirmó Polino.

Finalmente, destacó que mientras esperan el anuncio del Presidente de la Nación sobre un acuerdo para congelar los valores de la canasta básica, llamó a tener en cuenta el componente de los combustibles para que este objetivo pueda ser cumplido.