Tras el comunicado firmado por el Ex Secretario de Energía, Jorge Lapeña, en el cual estimara necesario que el Decreto 566/2019 que estableció que un precio tope de naftas y gasoil en todos los canales de venta, durante los 90 días corridos siguientes a la entrada en vigencia de la medida alcance además a otros combustibles como el GNC, surgió el alerta de los dueños de Estaciones de Servicio de Gas.

Al respecto, el Vicepresidente de la CEGNC, Pedro González estimó que dicho argumento no tiene asidero en tanto y en cuanto que los precios del gas vehicular son muy variados en todo el territorio nacional.

Descartó que la medida pueda ser implementada con éxito y basó su afirmación en que solamente en la Provincia de Buenos Aires y en Capital Federal, “el gas no está congelado y posee los contratos atados al precio de la nafta súper por un acuerdo especial realizado recientemente entre las autoridades y el sector”.

Sin embargo, la incongruencia de trasladar el congelamiento a las expendedoras de GNC del interior del país, es prácticamente imposible de implementar porque “de acuerdo a cada zona, los precios se rigen con distintos contratos entre las distribuidoras y las comercializadoras, muchos de ellos, a valor dólar”.

Agregó el dirigente que “la disparidad de valores a lo largo de todo el país, hace impracticable obligar a un empresario que vende en Entre Ríos a 25 pesos el m3, a que imite a un colega de CABA que lo expende por 17 pesos”.

González aseveró que es “urgente revisar por otro lado, la estructura de costos que especialmente afectará a los estacioneros de las provincias más alejadas de los cascos urbanos, especialmente cuando se acerca la aplicación de un nuevo incremento salarial del 8 por ciento, como lo marca el Convenio”.

Finalmente sostuvo que “en Buenos Aires solamente, el precio que esté por debajo de los 18 pesos el m3 ya dejó de ser rentable para una Estación de Servicio, con lo que a medida que sigan subiendo los costos dolarizados, la brecha será aún más profunda”, sentenció.