Como resultado del interés que manifestó el Presidente de la Compañía que produce y comercializa entre otros los productos Marolio y Molto, Víctor Fera, por el cual se mostró abierto a reunirse con representantes del sector expendedor de combustibles, las Cámaras avanzaron en posibles beneficios y nuevos servicios a los clientes.

En ese camino,  la FEC, inició los primeros diálogos de manera personal con gerentes de la Red Minicosto, en las cuales se habló sobre objetivos comunes a las nuevas exigencias del mercado tanto de los shops, como de las Estaciones de Servicio.

“Es un imaginario colectivo que el consumidor que entra a comprar a un minimercado de una expendedora de combustibles, sabe que va a pagar el producto mucho más caro que en el almacén del barrio o en el supermercado”, dijeron los referentes de la firma fundada por Fera en el encuentro con los directivos de la FEC.

Además aclararon que “si bien son los primeros pasos y es preciso todavía determinar las demandas reales de los clientes de Estaciones de Servicio, nuestra intención no es otra que la de convertirnos en un actor más dentro de la gama de ofertas que se le pueden brindar como proveedores mayoristas al sector”.

Tanto Juan Carlos Basílico como Presidente de UENYA, sede donde se realizó la reunión, como Julio Alonso, su par de FEC y demás asesores de la entidad, quedaron satisfechos con la charla que se extendió por más de dos horas, especialmente en la idea de poder tender un puente para los asociados y colegas que estén interesados en ampliar su margen de negocios.

“Una hipotética  alianza estratégica  haría que los operadores que por diversas cuestiones necesiten y tengan las posibilidades contractuales con sus petroleras para vender nuevos productos en sus shops, a precios más accesibles, accedan a un nuevo canal de crecimiento para el comercio”, explicó Alonso.

A su vez, ambas partes destacaron que “hoy el cliente ya no quiere que le cobren la mercadería por arriba de lo que realmente puede pagar, ya que toda la población está muy golpeada por la devaluación de la moneda y el alza indiscriminada de los precios”.

Si bien los participantes admitieron que hay mucho camino por recorrer, quedó en claro la confianza en un horizonte diferente para un sector que cada día se diversifica para atender las demandas de sus clientes y adaptarse a la economía del Siglo XXI.