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Especialistas advierten sobre fallas frecuentes y recomiendan un enfoque preventivo para optimizar costos y alargar la vida útil de las instalaciones.
El mantenimiento de los tanques de almacenamiento de combustibles es una tarea crítica en la operación diaria de las Estaciones de Servicio. Sin embargo, en muchos casos, la falta de controles sistemáticos, limpiezas periódicas y monitoreo adecuado derivan en consecuencias técnicas y económicas que podrían evitarse con una gestión preventiva.
Ana Laura Del Gener, directora ejecutiva de El Emporio del Tanque, advierte que uno de los errores más frecuentes es desestimar la importancia de la limpieza interna y el filtrado del combustible.
“El factor de la sedimentación es un punto a tener en cuenta ya que la falta de mantenimiento de los tanques ocasiona la acumulación en el fondo de residuos que podrían reducir la calidad del combustible y obstruir las líneas de suministro”, explicó en diálogo con surtidores.com.ar.
Las limpiezas internas no sólo aseguran una operación más eficiente, sino que también prolongan la vida útil, ya que se evita la acumulación por decantación de sedimentos y agua que dañan las paredes, además de perjudicar la calidad del producto.
En ese sentido, recomendó establecer un esquema de revisión anual y un programa de monitoreo del combustible que incluya muestreos periódicos para el análisis de agua disuelta y recuento de partículas sólidas.
También señaló que el filtrado es una solución que se adapta a cada cliente según su volumen operativo, mediante plantas móviles que permiten realizar el trabajo con rapidez y eficiencia.
Aunque podría suponerse que las lluvias intensas influyen en la demanda de este servicio, la especialista aclaró que “por el momento las lluvias no son un factor determinante de aumento de la demanda” e insistió en la importancia de controlar los cierres herméticos, especialmente en tanques subterráneos, para evitar el ingreso de agua.
Otra problemática común se presenta al intervenir en tanques antiguos. “En el caso de tanques subterráneos que necesitan ser reactivados, muchas veces las tapas defectuosas o inexistentes complican el proceso de limpieza”, sostuvo la directora de El Emporio del Tanque.
Para estos casos, recomendó “la incorporación de elementos filtrantes lavables”, que permiten acelerar los trabajos incluso cuando los recipientes presentan un alto grado de suciedad.
El desconocimiento o la subestimación de la vida útil de los tanques también es un error técnico frecuente. Mientras que un tanque de acero tiene una durabilidad de 30 años, en instalación subterránea este período se reduce a 20, lo que obliga a implementar controles exhaustivos.
“Recomendamos auditorías anuales, detección de fugas, pruebas de estanqueidad y monitoreo constante del combustible“, señala Del Gener y remarca que el mantenimiento debe ser visto como un eje de eficiencia: “No es un gasto sino una herramienta para evitar futuras remediaciones que son más costosas”.
Para determinar el momento óptimo de recambio, sugirió un enfoque integral que contemple auditorías completas, detección de fugas y sobrellenado, protección catódica, pruebas de estanqueidad y monitoreo de la calidad del producto.
LOS TANQUES AÉREOS COMO SOLUCIÓN COMPETITIVA
La desregulación del mercado que se dio lugar a partir del Decreto 46/2025, no sólo habilitó el autoservicio, también permite la instalación de tanques aéreos y estaciones móviles.
“Esto es disruptivo, aunque el sector se enfocó en el autodespacho, dejar atrás los tanques subterráneos es un gran paso para ofrecer mayor seguridad ambiental”, indica la empresaria.
Los tanques aéreos se instalan en superficie, lo que mejora la visibilidad de posibles fallas estructurales y evita la necesidad de obras civiles costosas, permitiendo una respuesta más rápida.
El escenario normativo, técnico y operativo obliga a las Estaciones de Servicio a repensar sus estrategias de gestión ambiental. La adopción de tecnologías como los tanques aéreos, el monitoreo permanente y el mantenimiento preventivo no sólo responden a exigencias regulatorias, sino que se consolidan como pilares para una operación rentable, segura y sostenible.
En este sentido, con una trayectoria que comenzó en 1975 como fabricante de tanques y equipos industriales, El Emporio del Tanque puede ser un aliado, ofreciendo hoy un portafolio técnico que abarca la carga, extracción y disposición final de tanques de almacenamiento —aéreos y subterráneos—, el lavado y secado de tanques nuevos y usados, así como el filtrado y transporte de aguas contaminadas con hidrocarburos.
La empresa también comercializa tanques de acero al carbono en múltiples configuraciones —cilíndricos, rectangulares, vidriados interiormente y aptos para productos químicos o alimenticios—, con capacidades de hasta 200.000 litros.
Este enfoque especializado convierte a la firma en un actor clave para estaciones que buscan modernizar sus instalaciones, adaptarse al nuevo marco normativo y garantizar una gestión ambientalmente segura, con soluciones técnicas ajustadas a los desafíos operativos del sector.
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