Pizarras alteradas
Este sábado se modificó la carga tributaria de los combustibles, que hubieran implicado la suba de un peso en las naftas y 65 centavos en el gasoil. Sin embargo algunas compañías bajaron el costo de los productos para mantener los valores en el surtidor. YPF incluso redujo aun más la súper y la Infinia
El incremento del Impuesto a los Combustibles y al Dióxido de Carbono que comenzó a regir desde el 1º de diciembre, finalmente no se replicó en los surtidores debido a que algunas compañías petroleras decidieron absorberlo y de este modo, los precios de las naftas y el gasoil se mantienen sin cambios.
En concreto, esta decisión implica una rebaja del 1,7 por ciento en el diesel y del 2,3 para las naftas, que en definitiva eran los índices que debían escalar los tributos luego de que tomaran estado público los informes del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a cargo del INDEC para el trimestre julio a septiembre del presente año.
Como se recuerda, la reforma de la Ley Tributaria 23.966, dispuso modificar la modalidad de cálculo del Impuesto a los Combustibles Líquidos, el cual pasó de ser un porcentaje a un importe fijo, además de crear un impuesto al Dióxido de Carbono. De ahí que su actualización se efectúa por trimestre calendario considerando la inflación generada desde el 1º de enero. La primera se produjo en abril.
YPF PARA ABAJO EN LAS NAFTAS Y SUBA EN EL DIESEL
Desde las cero horas la nafta súper bajó 1 por ciento e Infinia 1.5. El gasoil, en sus dos versiones, subió 3 por ciento promedio.
Según explicaron desde la compañía, el gasoil es importado en un gran porcentaje y esa era la diferencia que faltaba para llegar a la paridad de importación.
COMBUSTIBLES MÁS RENTABLES
Según explica el especialista y consultor de empresas, Licenciado Cristian Bergmann, la neutralización de los valores es posible debido a que los impuestos disminuyeron su incidencia sobre el precio en surtidor. “Cuando en marzo el promedio era 18,6 por ciento, pasó al 15 actual”, señala, en tanto que el costo de producto sobre el precio en surtidor pasó del 51,3 por ciento en marzo, al actual 55,4, con lo cual “las refinadoras se apropiaron de casi la mitad de la reducción de impuestos, que no fue trasladada a los operadores”, precisa.
Bergmann afirma que también hay que destacar que la Resolución General de AFIP 4233 plantea un esquema de anticipos que permite a las empresas petroleras obtener de los estacioneros recursos frescos al contado (en lo que refiere a impuestos nacionales) y realizar el ingreso de dichos tributos en cómodas cuotas.
“La venta de cada litro vendido es ostensiblemente más rentable para las empresas petroleras de lo que era a principio de año”, indica. “En el caso de las Estaciones de Servicio, sufrieron aumentos de costos fijos y del costo financiero y deben aguantar las ventas con tarjeta de crédito lo que aumenta el capital de trabajo necesario para operar, en un contexto donde la tasa por descuento de cheques y el alargamiento de la cadena de pagos no da respiro”, sentencia.
LA IMPORTANCIA DE ADECUAR LOS SISTEMAS A LAS NUEVAS SUMAS FIJAS DE IMPUESTOS
Bergmann sugiere a los operadores de Estaciones de Servicio, que a pesar de que el aumento de precios no se traslade al surtidor, deben adecuar sus sistemas con los nuevos importes informados en las facturas de compra. Esto se explica porque son las refinadoras y petroleras las que adquieren la condición de sujeto pasivo de los tributos que surgen del Título III de la Ley 23.699.
“Los tributos que recaen sobre el combustible son impuestos indirectos al consumo específico, y se trasladan sucesivamente en las etapas de comercialización del mismo, siendo el consumidor final quien lo afronta, las Estaciones de Servicio quienes lo recaudan y las empresas petroleras los obligados a ingresarlo al fisco nacional”, concluyó el especialista.
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