Las expectativas de FECRA para los próximos meses y las acciones que propone frente a la incertidumbre

En este escenario de tormenta perfecta para las PyMES argentinas, los estacioneros se ajustan para llegar a un 2024 que parece prometedor, según advierten los expertos, con la apuesta a largo plazo en la producción de hidrocarburos competitiva a nivel global, especialmente potenciada por el auge de Vaca Muerta.

Sin embargo, llegar a diciembre está significando una verdadera puesta a prueba de la versatilidad, flexibilidad y planificación para los empresarios. “Esperamos una devaluación en los próximos días, o muy a corto plazo, que profundizará la crisis económica a la que nos estamos enfrentando”, señala Hernán Landgrebe, secretario de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA).

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Se inició un nuevo ciclo de formación en liderazgo con gran convocatoria en el interior de país a cargo de Pablo Ferreyra y Damián Smuraglian brindando herramientas necesarias para fortalecer las habilidades de liderazgo y gestionar de manera precisa el negocio y sus equipos de trabajo.

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La preocupación es aún mayor debido a la falta de disponibilidad de combustible para llenar los tanques de las Estaciones de Servicio. Aunque no hay una escasez absoluta, el consumo ha aumentado significativamente en los últimos días, impulsado por la inquietud de los consumidores ante la posible subida de precios como resultado de la devaluación.

Asimismo, el mercado mayorista de combustibles se ha volcado de manera abrumadora hacia las estaciones de bandera, debido a que los precios de estas no están congelados, llevando al extremo a muchos empresarios, peligrando su continuidad.

Si bien esto aumenta el volumen de ventas, cuesta satisfacer la demanda debido a la escasez de combustible. La reposición, según el referente, se ha vuelto una tarea extremadamente costosa en términos de tiempo y logística.

“Incluso quienes pudieran adquirir más combustible, enfrentarían dificultades logísticas que complicaría su capacidad de abastecer de manera eficaz”, afirma Landgrebe.

En este sentido, destaca que las estaciones duales y las que cuentan con una amplia oferta de servicios complementarios y grandes tiendas, tienen una ventaja en estos tiempos difíciles, ya que el precio del GNC y de los otros productos no están congelados lo que les brinda un recurso adicional frente al escenario inflacionario del 12,4 por ciento en agosto y 12,7 por ciento en septiembre, marcando la cifra mensual más alta en 32 años.

¿Cómo afecta el valor del dólar a los costos de las Estaciones de Servicio?

Con la intención de acortar la brecha entre el dólar oficial y el blue, los proveedores de insumos importados, como surtidores, mangueras, picos y otros productos y servicios de mantenimiento, han decidido cotizar en dólar MEP.

“Este es muy parecido a lo que es el dólar Blue, lo que encarece las obras y costos de arreglos básicos para la estación”, aclara el representante de FECRA.

El último día hábil, el blue cerró a $980, mientras que el dólar MEP alcanzó los $870,46, lo que implica un incremento de más de 24 por ciento en lo que va del mes. En tanto, el CCL (contado con liquidación) marcó un valor de $966,96 con lo que acumula una suba de 17,6 por ciento desde que comenzó octubre, otro de los tipos de cambio que se toma como referencia en presupuestos.

Frente a esta situación Landgrebe confirma que muchos empresarios ya han tenido que recortar turnos, lo que empieza a afectar también a los ingresos de los empleados.

Desde FECRA continúan trabajando para respaldar a sus asociados. Estas medidas incluyen la negociación con las petroleras para ampliar las comisiones, el reintegro de la auditoría de superficie y explorar soluciones para abordar la escasez de combustible. Pese a esto, desde la federación consideran que es necesaria una mayor respuesta del Gobierno para acompañar a los estacioneros.

Sobre ello el secretario de la entidad sostiene: “Lo único que se logró días atrás fue que nos hayan reducido los plazos de las acreditaciones, las tarjetas de crédito, que pasaron de 8 días hábiles a 5“, un reclamo que desde hace tiempo viene efectuando el sector.

No obstante, considera que esta solución resuelve parte de la crisis de financiamiento pero no la económica, por lo que subraya que se necesita un enfoque más amplio.