Tal cual lo sienten cotidianamente los empresarios que se dedican a la distribución mayorista de hidrocarburos, el canal destinado a las Estaciones de Servicio que no posee contratos con petroleras tradicionales ofrece mejores precios que aquellos que abastecen a las operadoras de bandera.

Sucede que las petroleras no pueden vender la producción en las cantidades que les permitiría una situación económica y sanitaria normal. “Por un lado suben los precios del gasoil y por el otro, mantienen una línea de importes bajos para las naftas”, dijo a surtidores.com.ar, el presidente del Grupo Petroenergía, Mauro Lapacó.

Este fenómeno ocurre por el desmoronamiento de la demanda del parque automotor – casi completamente impulsado a nafta – a causa de las restricciones a la circulación de la ciudadanía en general, mientras que el “gasolero” (agro, camiones y transporte) mantiene su actividad.

La coyuntura además llevó a algunos cambios “inesperados” en otros tiempos, como el caso de Shell, cuyos combustibles suelen ser tradicionalmente los más caros. Contrariamente a esta tendencia, las pizarras de las principales ciudades muestran hoy valores similares, y en algunos puntos de venta, más bajos que los de YPF.

De acuerdo a los números que manejan los empresarios mayoristas, los estacioneros blancos –receptores de este caudal – obtienen en el mercado actual un costo de hasta un 12 por ciento menos que el que las mismas petroleras le venden a sus estaciones de la red embanderada.

En ese orden de cosas, Lapacó agrega que el incremento de los precios en el gasoil, es muy dispar dependiendo de las diferentes marcas. Mientras que algunas alinearon los precios con el último aumento al público, otras ajustaron los suyos hasta el 6 por ciento.

“Este segmento de ventas mayoristas mueve sus precios con una diferencia de 72 horas, desde que se efectúan los aumentos al consumidor minorista, operatoria, que se repite tradicionalmente”, expresó.

Al ser consultado sobre el futuro inmediato de los valores de los hidrocarburos, Lapacó opinó que “por efecto de la necesidad de YPF de recuperar las pérdidas y reducir costos operativos, seguirá la inclinación por los micro aumentos que equiparen finalmente el litro de nafta con el valor del dólar oficial”.