Esta semana se conocerá un informe realizado por especialistas de la Universidad de Córdoba que analiza los riesgos que podría provocar el expendio de Gas Natural Comprimido, naftas y gasoil sobre el personal. En caso de comprobarse daños sobre el cuerpo el gremio anticipa que solicitará medidas de protección
Tiempo atrás, el Sindicato Unido de Petroleros del Estado (SUPE) encargó a expertos de la Universidad Nacional de Córdoba un estudio para determinar si los vapores que emanan los combustibles cuando el playero carga el tanque de un vehículo causan complicaciones sobre el cuerpo humano, no sólo en las vías respiratorias, sino también en la piel y otros órganos del cuerpo.
Al tiempo de conocer esta iniciativa del SUPE, el Sindicato de Petroleros de Córdoba (Sinpecor) se sumó, aportando recursos. Guillermo Borelli, su Secretario General, confirmó que “los resultados ya están listos”, pero aclaró que se conocerán en los próximos días. Una vez que los tenga en la mano anticipó que convocará a las petroleras y dueños de estaciones para evaluarlos en conjunto; la intención del dirigente es garantizar la salud de sus asociados. ”Nosotros tratamos de cuidar al trabajador”, sostiene.
Dadas las buenas relaciones que mantiene el SUPE con la empresa YPF, Borelli supone que la petrolera se hará presente a la audiencia. De hecho, la estatal ha reforzado las normas de seguridad en sus locales mediante la utilización de guantes de látex. Es una de las alternativas que se podrían generalizar a posteriori, obligando a todas a las estaciones de servicio a contar con estos elementos de trabajo. Son descartables e idénticos a los que se utilizan en los sanatorios y hospitales por parte del personal médico.
Otra propuesta que podría barajarse en la mesa de trabajo apunta a cambiar directamente la metodología comercial. Alejar al playero de los gases tóxicos sería su objetivo esencial, ya que el principal problema radica en la cercanía con la fuente contaminante. Sin dudas, es la opción más dificultosa de aplicar debido a que implica un consenso entre todos los actores de la actividad.
De todas maneras, Borelli no descarta incluir en el convenio colectivo de trabajo una cláusula que tenga como objetivo compensar económicamente a los empleados ante cualquier tipo de afección que pueda producirse como consecuencia de la venta de combustibles. “En los primeros días de marzo vamos a juntar a representantes de las ART, del Ministerio de Higiene y Seguridad, a las cámaras de las estaciones y petroleras”, informó.
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