De la mano del aumento de los precios de los combustibles y de su escasez, va subiendo el despacho de GNC. La diferencia con las naftas lo erigen en la opción más eficaz para seguir circulando pero también el faltante de líquidos en los surtidores, un escenario desconocido para el gas vehicular.

Según estadísticas oficiales dadas a conocer por el Ente Regulador de Gas, el expendio de GNC creció en febrero 1.8 por ciento respecto al año anterior. Y aunque aun no se conocen las cifras del mes de marzo, el sector se relame imaginando un futuro similar al de las épocas doradas cuando el combustible gaseoso era el segundo más vendido después del gasoil.

La estrella del repunte es la ciudad de Córdoba. La razón reside fundamentalmente en el precio del metro cúbico que en esa localidad ronda los 80 centavos, menos de la mitad que el resto del país. La raíz no guarda relación con una disminución del costo o algún subsidio, tiene que ver con la estrategia comercial de un grupo de empresarios locales.

En la capital de la provincia el gas cuesta lo mismo que en el 2004. Por esta razón el volumen de venta es similar al de ese año mientras que la cantidad de estaciones se duplicaron en el mismo lapso.          

La industria del GNC también florece a la par del consumo. “El GNC factura unos 600 millones de pesos anuales y da trabajo a 30.000 personas directas, y muchos más, indirectamente”, recalcó Fausto Maranca, presidente de la CAGNC. “Además, en un país que debe importar combustibles, el GNC es estratégico a la hora de achicar la brecha de importación”, acotó

“Con el precio de los combustibles líquidos en aumento y los avances tecnológicos que hemos dado en toda la industria, el gas natural vehicular continuará este año con una tendencia de franco crecimiento”, agregó Horacio Magraht, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de Gas y Afines.