Es la cantidad de expedientes promedio que ingresan en los despachos oficiales, en su gran mayoría de bocas que se proponen comercializar combustibles líquidos. Si bien la cifra es alta, son pocos los proyectos que terminan concretándose. Prevalecen locales grandes y modernos ubicados en zonas de gran movimiento
Roberto Asato, Coordinador del área Combustibles Líquidos de la Secretaría de Energía de la Nación asegura que todos los días recibe consultas de inversores interesados en volcar su capital en la construcción de bocas de expendio. En promedio, estima “entre dos y tres” por jornada.
A pesar de que este formato de negocio evolucionó negativamente en los últimos años por problemas de rentabilidad, Asato indicó que en general los interesados se enfocan en estaciones de venta de naftas y gasoil. “Eventualmente son duales”, señaló a surtidores.com.ar.
Si bien se trata sólo de inscripciones y consultas, los números contrastan con los datos de las cámaras empresarias. De acuerdo a estadísticas de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA): entre febrero y octubre del año 2013 se dieron de baja 22 establecimientos. Son las últimas informaciones fehacientes que se encuentran disponibles hasta el momento.
Durante ese período sólo YPF y AXION Energy extendieron su red de comercios. El resto de las marcas, en cambio, con suerte mantuvo el número de puntos de abastecimiento, siendo el segmento de las blancas por lejos el más perjudicado, ya que desde hace tiempo se viene reduciendo.
Por cuestiones de mercado, las inscripciones que se registran en la actualidad, explican referentes de la actividad, son estaciones con gran capacidad de despacho, que poseen última tecnología, prestan atención a la atracción estética y ofrecen servicios adicionales a los clientes, además de un minimercado con mesas y variedad de productos en carpeta. Aclaran que este es el único esquema de negocio que puede arrojar ganancias.
La oferta de GNC, que aparecía para los establecimientos que ofrecen líquidos como la salvación para permanecer en la actividad, ya está llegando a su tope: prácticamente la mitad de las estaciones de servicio existente en el país cuentan con surtidores de gas, a pesar de que el parque automotor que funciona con este combustible es apenas superior al 15 por ciento del total. Tal es así que los expendedores advierten que las ventas cayeron en la última década, pasando en algunos casos de un promedio de 120.000 metros cúbicos mensuales a 60.000.
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