Economía circular
Con vistas a los cambios que se avecinan en materia de política económica, desde Sifer Gas confían en que la combinación entre el sinceramiento de precios de las naftas y el sistema de financiamiento propio de la empresa contribuya a un crecimiento histórico del mercado.
De cara a los planteos que vienen anunciado desde el entorno del presidente electo Javier Milei, respecto de la desregulación completa de los precios relativos de la economía y la equiparación de los valores de los combustibles líquidos a niveles globales, las opciones más económicas y amigables con el medioambiente para los vehículos se transformarán en una necesidad para los sectores de la población que vean afectado su poder adquisitivo.
En ese contexto, el presidente de la compañía argentina Sifer Gas, Raul Persoglia, se mostró con expectativas muy favorables sobre los beneficios que la liberalización de la economía y el retiro de las regulaciones estatales pueden derramar sobre el sector de GLPA.
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En diálogo con surtidores.com.ar, el empresario ponderó que el objetivo fundacional de la firma siempre fue el de autogestionarse sin necesidad de ayuda del Estado, con lo cual, el emprendimiento fue cobrando vida propia y se perfeccionó a través de la puesta en marcha de la nueva herramienta de telemetría digital, instalada en las bocas de expendio y en cada uno de los vehículos convertidos a GLP.
La nueva coyuntura que parecería instalarse en el país, también provoca dudas entre aquellos hipotéticos nuevos clientes de este combustible, a los cuales la incertidumbre sobre la capacidad de pago de un plan convencional de cuotas para los equipos, se convierte en un freno a la hora de decidir endeudarse a futuro.
Ante ello, Persoglia, informó que el ecosistema del GLPA fundado por ellos mismos, cuenta con una original manera de financiar los nuevos equipos, utilizando los chips de control telemétrico.
Con un esquema similar al del plan de ahorro automotor, a través de un círculo económico netamente realizado entre dos partes privadas, el cliente adapta su automóvil al GLP, abonando únicamente el servicio de instalación y el tradicional sistema de cuotas, se reemplaza por la amortización de la deuda a través de un sobreprecio de en la carga cotidiana de gas.
Este pacto entre usuario y proveedor, se rige a través un chip de información, por el cual, cuando el sistema detecta que la unidad cuenta con un conversor provisto por Sifer Gas, automáticamente le cobra al titular del rodado un 50 por ciento más al precio de la carga, para que esa diferencia se aplique al plan de pagos de manera disminuir el costo del equipamiento.
Al respecto Persoglia, concluyó considerando que “la economía circular se transformó en la base sustentable del sistema de GLP, ya que el carácter netamente privado del procedimiento, asegura la continuidad y estabilidad de los compromisos entre partes más allá de la marcha del país”.
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