En línea con colegas de otras zonas del país, los estacioneros están levantando la voz contra la presión tributaria que afecta a los precios finales de las naftas y que de acuerdo a sus visiones, atenta contra la rentabilidad y el volumen de ventas de las operadoras.

En este caso, el dirigente Osvaldo Lewis, afirmó que “la Patagonia necesita de la exención de estos gravámenes y recuperar el diferencial de precios que fueron otorgados por el gobierno de Carlos Menem y quitados casi en su totalidad por Mauricio Macri”.

Recordó que estas medidas a favor de los ciudadanos patagónicos estuvieron ampliamente justificadas dadas las condiciones de vida, distancias y  necesidades de la población sobre todo en época invernal, las cuales resultan muy diferentes a las del resto del país.

Lewis explicó que en el año 2017, el Senador Alfredo Luenzo, había llevado a cabo negociaciones y presentado proyectos en el Congreso Nacional para que se restituyera la excepción del pago del Impuesto a la Transferencia de Combustibles, en una provincia como Chubut, que durante más de un siglo había provisto de petróleo a todo el país.

Pero aclaró que “lamentablemente no prosperó la iniciativa por decisión del entonces presidente de la nación” y agregó que “el legislador se basaba en la necesidad de utilizar el automóvil no como un bien suntuario, ya que las diferentes condiciones de vida hacen imperioso el restablecimiento de la vieja norma”.

El directivo afirmó que la diferencia de precios del litro de gasoil entre la Patagonia y la Capital Federal, que durante los años 90 era de un 51 por ciento, hoy se redujo solamente al 9,77, mientras que la nafta Premium no alcanza el 6 por ciento de diferencia.

Finalmente aseveró que a pesar de la quita de estos beneficios, todavía a nivel local “estamos luchando para que no se concrete la intencionalidad de aplicar nuevas tasas municipales que transformarán al litro de nafta patagónico en igual o más caro que el de Buenos Aires”.