Paralelamente al trabajo parlamentario que los dirigentes del sector expendedor están realizando con el objetivo de modificar la ley que regula las transacciones comerciales con dinero plástico o digital, los representantes de las operadoras de combustibles, trabajan en conjunto con sus colegas del continente sudamericano para comparar las operatorias en diferentes países.

“Estamos avanzando en diálogo con los colegas de la región latinoamericana quienes nos están aportando datos certeros sobre la relación entre los establecimientos y las entidades que ejecutan las compras con tarjetas de crédito porque sabemos que en la Argentina a pesar de los decretos y los proyectos de ley al respecto, todavía existe un abuso dominante del sector financiero que perjudica a las Estaciones de Servicio”, alertó en diálogo con surtidores.com.ar, el presidente de FAENI, Alberto Boz.

Informó además que los asesores de la Confederación están indagando nuevos detalles que en estos días los directivos de la CLAEC están enviando respecto de cada país, porque “estamos fundamentando nuestro reclamo en una cuestión que nos parece justa ya que se aplica en las demás naciones, menos en la Argentina”, explicó.

En ese contexto, la representación latinoamericana de las Estaciones de Servicio, informó en primera instancia números que sorprenden comparando la situación local de la relación entre los vendedores de combustible minorista y las entidades que controlan las tarjetas.

Vale decir por ejemplo que, de acuerdo al primer estudio, en Guatemala, las ventas tanto con débito como con crédito, se acreditan al final del día y los intereses son del 1.25 por ciento, para ambos casos.

Por su parte, en Brasil, las comisiones van del 0.8, al 3 por ciento, pero la ley permite que las Estaciones de Servicio cobren un porcentaje extra en el caso de que el cliente quiera comprar con tarjeta.

Sin embargo en este caso, Boz recalcó que en el proyecto de CECHA no se contempla en ningún caso que el cliente deba hacerse cargo de las ganancias de los bancos ni de las pérdidas de las expendedoras, por lo cual, no resulta una opción para los estacioneros nacionales.

Por último advirtió que “para el mercado de tarjetas de crédito, nuestro rubro se convirtió en una forma de fidelizar a nuevos clientes ya que, por el hecho de que las naftas son caras, ofrecen promociones y toman nuevos usuarios”.