La semana pasada, la Cámara de Diputados de Santa Fe sancionó la Ley que crea el “Programa provincial de migración a biocombustibles” en la provincia.

Se trata de una iniciativa que establece el uso obligatorio de biodiesel en vehículos de gran porte, como el de transporte de pasajeros, transporte de carga, la actividad agrícola y logística, la obra pública, la administración pública y hasta la generación de energía en reemplazo al diésel.

En diálogo con surtidores.com.ar, Verónica Geese, ex secretaria de Energía de Santa Fe, explica que el avance de la ley fue posible tras la exitosa experiencia del programa BioBus, que “empezó como un proyecto piloto pero luego, con una resolución, se implementó de manera tal que las empresas que quisieran seguir percibiendo subsidios debían migrar a incorporar B100 (100 por ciento biodiesel)”, recuerda.

Ahora el Poder Ejecutivo santafecino está analizando su promulgación. Dado este paso, tendrán 90 días para reglamentarla. Su aplicación supone la conformación de puntos de carga exclusivamente con biodiesel.

Para Geese, sería oportuno que el Gobierno provincial decida incorporar a las Estaciones de Servicio a este nuevo nicho. “Es una buena posibilidad”, destaca.

Para ello, “el Ejecutivo podría otorgar incentivos para todo el que quiera proveer biocombustible como exención de determinados impuestos o Ingresos Brutos, ya que la Ley concede esas facultades, o de venderles el biodiesel más barato donde el Estado mismo pueda hacer un pool de compra para bajar el precio”, señala la actual consultora.

Aunque advierte: “habrá que ver si se decide avanzar sólo con los proveedores de combustibles a granel, que son en muchos casos las cooperativas agrarias, que le venden a sus asociados. En ese caso los estacioneros deberán tomar una decisión propia si instalar un surtidor de biodiesel”.

OTRO AVANCE

Paralelamente, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) anunció la puesta en marcha de un programa para testear la viabilidad técnica de combustibles alternativos, en un primer caso con biodiesel puro (B100). Se trata de un proceso similar al ya probado BioBus santafecino.

El secretario general de FADEEAC, Martín Borbea Antelo, fue optimista y consideró que el proyecto del B100 “es estratégico para el país, no sólo por los enormes beneficios ambientales y productivos que implica, sino porque es viable de forma inmediata con la capacidad instalada que ya posee la Argentina“.

El plan busca reemplazar el diésel no sólo con el biodiesel, sino también con el GNC y el GNL para el transporte de carga.

“Con el uso del biodiesel, en esta primera etapa apostamos a reducir 13 millones de toneladas de CO2 y tenemos que exigir la demanda que necesitemos en cada región del país. Quizá en una región nuestra necesidad sea el GNL, pero en otra podemos demandar el biodiesel“, observó Borbea Antelo.

De avanzar favorablemente el proyecto piloto, esta iniciativa también podría alentar a las bocas de expendio a equiparse con surtidores con expendio exclusivo de biodiesel.