Las Estaciones de Servicio están obligadas a efectuar un análisis de procedencia del combustible que reciben, con el propósito de detectar si el mismo no proviene de un destino exento de impuestos. Hecho que implica un costo adicional a los gastos operativos del día a día, ya que las bocas de expendio deben contar una serie de marcadores químicos y reagentes para realizar tal control.

Es por ello que la utilización de trazadores es cuestionada por las Estaciones de Servicio del país desde hace largo tiempo, considerando además que actualmente los camiones cuentan con un seguimiento satelital que define, en todo momento donde circulan o paran.

Por lo que desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) ya le plantearon a la Secretaría de Energía de la Nación la necesidad de encontrar una alternativa más moderna y efectiva, pero aún aguardan una devolución concreta sobre el tema tras la última reunión realizada a fines de diciembre.

“La Secretaría de Energía vio razonable nuestra propuesta y sus responsables quedaron  en analizarlo pero luego no tuvimos respuesta. Estamos a la expectativa que se comuniquen con CECHA y, a mediados de febrero trataremos de tener una conversación con las autoridades para saber si hubo algún avance sobre el ofrecimiento de dejar de utilizar el sistema actual”, explicó Guillermo Lego, gerente de CECHA.

“Ojalá tengamos alguna comunicación sobre ello, ya que es un tema que debe tratar la Secretaría de Energía con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que es la entidad que requiere saber a dónde va el producto exento y que no haya alguna situación de conflicto impositivo”, agregó en conversación con surtidores.com.ar.

Cabe recordar que si bien una parte del costo la utilización de los reactivos para detectar combustibles exentos se puede computar a cuenta del Impuesto al Valor Agregado, dicho monto se mantiene establecido en hasta $3000 por año calendario desde el 2006, es decir que la cifra no se modificó en 17 años.

Problemática que para los estacioneros remarca aún más la necesidad de reemplazar ese método por algún otro sistema más novedoso. “Podría ser controlar o dejar asentado el GPS, para tener registrados los movimientos del camión desde la planta hasta que llega a la boca de expendio”, expresó Lego.