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Según la Cámara de Estaciones de Servicio de Entre Ríos, los datos oficiales muestran que se llegó al piso de ventas y el repunte ya comenzó, aunque aún se está por debajo del mejor año reciente, 2023.
Después de más de doce meses marcados por caídas continuas en las ventas, los estacioneros empiezan a ver la luz al final del túnel. Los dirigentes expendedores analizaron con cautela, pero con optimismo los últimos informes de la Secretaría de Energía y concluyeron que la curva descendente que arrastró al sector durante todo 2024 habría llegado a su fin.
En base a estos datos, la CECAER, explicó a este medio que “se está llegando al piso“, y agregaron que “desde acá en más tendría que crecer, se está vendiendo un poco mejor que en 2024, pero todavía estamos por debajo del 2023”.
El año pasado, marcado por una recesión sostenida y una baja en el consumo a pico de surtidor, había encendido todas las alarmas en las estaciones del país. Sin embargo, en las últimas semanas, los operadores notaron una leve pero persistente mejora. “No es una recuperación explosiva, pero sí lo suficientemente clara como para afirmar que la caída terminó”, agregaron.

Los datos comparativos marcan que el 2023 fue un año excepcional: hubo congelamiento de precios y una intensa venta a países limítrofes, que impulsaron los volúmenes por encima de los niveles históricos. Esa ventana de oportunidad se cerró este año, ya que los precios se emparejaron en la región, y el incentivo para cruzar la frontera en busca de combustible barato desapareció.
A pesar de eso, los niveles actuales muestran signos de estabilidad. “Lo que está pasando en este momento es que estamos empezando a vender mejor que en 2024. Si la tendencia se sostiene, podríamos llegar a igualar los números de 2023 en los próximos meses y, con eso, comenzar a compensar las pérdidas que nos dejó este año”, dijeron desde la cámara.
De acuerdo a la perspectiva de la institución, la expectativa ahora es que el segundo semestre traiga un crecimiento moderado que permita cerrar el año con un balance más equilibrado. Pero los desafíos persisten: precios relativos, incentivos a las alternativas como el GNC y la recomposición del consumo, siguen siendo asignaturas pendientes.

EL GNC, SIN SEÑALES DE RECUPERACIÓN
En contraste con la mejora en combustibles líquidos, el Gas Natural Comprimido sigue sin despegar. “No hay incentivos para la conversión de vehículos, y el precio del GNC, si bien sigue siendo el 50 por ciento del valor de la nafta súper, ya no es tan atractivo como antes”, explicó uno de los operadores consultados.
El panorama para este combustible alternativo es incierto: las conversiones están paralizadas, y a medida que los autos que ya tienen GNC se van retirando del parque automotor, no se están reponiendo. “La amortización del equipo se hace cada vez más difícil. Y sin nuevas conversiones, no hay futuro para el segmento”, apuntaron.
Aunque el repunte todavía es incipiente, los estacioneros creen que la peor parte ya pasó. “Después de un año tan complejo como fue el 2024, es un alivio empezar a ver cifras menos negativas”, concluyeron desde la Cámara de Entre Ríos.
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