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Señalan que tras la baja del precio de los combustibles sin un incentivo en materia de comisiones, sus ingresos se verán seriamente comprometidos.
En una decisión que busca alinearse con la cotización internacional del crudo y llevar alivio al bolsillo del consumidor, YPF anunció la reducción del 4 por ciento el valor de sus productos en todo el país, medida que fue acompañada por el resto de las compañías que operan en el mercado.
Los estacioneros, si bien acompañaron la decisión, se mostraron preocupados y esperan que las petroleras reacomoden urgentemente las comisiones que perciben por cada litro vendido.
“Nos tendremos que acostumbrar a que si baja el dólar o el crudo, bajan los combustibles. Pero no podemos vivir con anuncios hechos a las apuradas, que generan más incertidumbre que certezas”, declaró a surtidores.com.ar Alberto Boz, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles del Interior.
El referente de Santa Fe, añadió con crudeza: “Los estacioneros no somos formadores de precios, eso lo hacen las petroleras. Y si bien sería lógico que haya una compensación por la caída de ingresos, sinceramente no creemos que eso ocurra”.
El titular de FAENI hizo foco en que la rentabilidad del sector viene deteriorada hace años y que los expendedores enfrentan presiones constantes. “Este tipo de medidas tomadas con escasa antelación, y sin una estrategia clara para el canal minorista, son un boomerang. Se anuncia una baja sin explicar si se va a recuperar algo del componente fiscal o de los costos de producción. Eso genera confusión en la población y angustia en el sector”, expresó Boz.
En la misma línea crítica se expresó Miguel Caruso, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de San Juan. “La realidad es que tenemos una paritaria muy exigente por delante, con aumentos salariales en discusión. Si el precio baja pero no se ajusta la comisión, los operadores se quedan sin margen. El capital de trabajo se achica, y muchas estaciones van a pasar momentos terribles”, alertó.
El planteo de los expendedores pasa por el hecho de que el reconocimiento que reciben por la venta de combustibles está fijada como un porcentaje sobre el precio final. Si el precio baja, el ingreso también. “En momentos de suba generalizada de costos —desde salarios hasta energía eléctrica— la sostenibilidad de muchas bocas de expendio empieza a tambalear”, concluyó el titular de CECA San Juan.
Por ahora, desde las petroleras no hubo señales de compensación ni de revisión de los márgenes. Como señaló Boz, “no hay esperanzas de que las compañías reaccionen. Ni siquiera cuando sube el precio se ajustan nuestras comisiones; menos aun cuando baja”.
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