La reunión de Aranguren con los CEOS petroleros en la cual, se acordó que no haya suba de precios al surtidor por 60 días para colaborar con la “pacificación económica”, generó un intenso debate sobre la decisión del Gobierno de volver a regular el mercado pocos meses después de haber dispuesto una medida en el sentido contrario.

“El combustible es precio de precios y por lo tanto, su relación con el tipo de cambio afecta directamente a la economía argentina que basa su matriz logística en transporte de carga por camiones”, explicó a surtidores.com.ar, el mediático economista Leandro Mora Alfonsín.

Por este tema, el joven académico dejó bien en claro su rechazo total a los argumentos que califican la medida impulsada por el Ministro como muy similar a la implementada por la gestión kirchnerista para contener los precios. “Es totalmente opuesta ya que se basaba en el apriete”, señaló.

“En el fondo, negociar con los distintos organismos de la Economía es hacer política y en este caso, la reunión de Aranguren fue un pedido institucional con el objetivo claro de sostener una estabilidad en la población”, dijo Mora Alfonsín.

Además fue más allá y opinó que “esta misma premisa debería tenerla en cuenta el Presidente del Banco Central, para hacer un llamado a cada uno de los titulares de las entidades financieras que poseen LEBACS y solicitarles que sean prudentes al momento de deshacerse para que no se produzca una escalada el día del vencimiento de los bonos”.

Finalmente, el experto en temas económicos, dejó entrever que a causa de que los costos del mercado del gas y del petróleo están dolarizados, el precio que los consumidores deberán pagar a partir del primer día de julio cuando termine el plazo del acuerdo, dependerá también del piso del tipo de cambio que haya en ese momento, que a la vez, estará íntimamente ligado a las recomendaciones del FMI en esa materia.

Por su parte, el ex Viceministro de Economía del gobierno anterior, Emanuel Álvarez Agís, consideró en diálogo con surtidores.com.ar que “el pedido del Ministro es idéntico a la política que llevaba adelante Guillermo Moreno”. En ese sentido sostuvo que la decisión de liberar el mercado petrolero para equipararlo a nivel internacional fue una “decisión incorrecta y premeditada para beneficiar a las empresas”.

Aseguró que “Argentina no es un país sustentable para este tipo de medidas” y al ser consultado sobre el hecho de que la mayoría de los países del mundo se manejan con el crudo internacional, aclaró que “no es cierta esa versión”.

En ese sentido explicó que ninguno de los miembros de la OPEP se rigen con ese esquema y van hacia formas un poco más “mixtas”, para mantener la estabilidad del mercado.

Al referirse a la situación actual de los establecimientos de venta de combustibles minoristas, expresó que “es un momento complicado para los expendedores independientes, ya que no pueden afrontar las altas tasas de interés, el tipo de cambio, ni la reconfiguración empresaria de YPF y Shell, que los perjudicará a nivel de competencia”.

Recalcó que durante los primeros tiempos del cambio de política energética, hubo una mejora sustantiva para ellos, pero es lo que al presente los está ayudando a mantenerse a flote.